Varra Fina es la opción de barra y picoteo del Restaurante Varra, en el barrio de Salamanca, con el que convive en la misma dirección de la calle Hermosilla. La propuesta de este local hermano se centra en otro tipo de elaboraciones, con precios más contenidos, pero igualmente enfocada al producto. En este caso, muchos de los bocados pueden pedirse por unidad, predominan las raciones con posibilidad de pedir por medias y los platos principales pueden servirse para compartir.
La carta de Varra Fina se compone de elaboraciones de corte popular, como la croqueta de jamón, el pincho de tortilla, el crujiente de oreja o el pollo de corral al ajillo con patatas que comparten espacio con producto de corte premium, como la anchoa 00, los ibéricos de Joselito o las conchas gallegas. Otras, como la ensaladilla, se presentan hasta en cinco formas distintas, a gusto del comensal: media ración o ración entera, o elevada, con opción de añadir un extra adicional (gamba roja, carabinero o caviar) sumándole un suplemento.
Ricos el bikini de cecina ahumada y queso havarti y la tosta de gambas de Palamós (casi en crudo, acompañadas con una mantequilla semi – salada rallada por encima como si fuera queso y, que redobla su untuosidad) y recomendable preguntar por el pescado del día, que puede pedirse emplatado en dos medias raciones, completando la comanda. También interesante echar un ojo y considerar los fuera de carta, que varían en función de mercado. La carta de vino ofrece la posibilidad de pedir algunas referencias por copas y si eres de los que deja hueco para el postre… es famoso el flan y buena opción, no excesivamente dulce, el arroz con leche. Ambos caseros.
El espacio incluye, por supuesto, la barra, pero también una sala con vistas a la calle, a la que se accede nada más entrar al restaurante, que ofrece la misma carta y en la que se podría mejorar la acústica para para evitar la reverberación en el momento de lleno, con mesas próximas unas a otras. En la barra, iluminación algo más tenue y, a lo largo del pasillo, un espejo que recoge toda la carta escrita a mano, como un guiño a una barra de bar de toda la vida. Servicio informal, correcto y amable.