Toque de sal

Muchos locales venden ese aire bistró pero es que, si consideramos lo pegadas que están las mesitas y otros fundamentos chic de herencia gala (champagne incluido), aquí se gradúan con nota. Chupachups de codorniz con salsa pekín, foie casero, jamón ibérico… abren una carta de ascendencia mediterránea (y varios platos a la moda: steak tartar, ceviche) que se cierra con una mousse de chocolate al toque de sal. Productos de primer nivel para una cocina sencilla, gustosa para quienes busquen algo más refinado, más tranquilo por la zona. Nota: Sus propietarios, la familia Bultó, gestores del hotel Riad Abracadabra, se han traído de Marrakech su receta de albóndigas. Hay que probarlas.