Acaba de llegar a España uno de los innumerables negocios 'plant based' que firma el chef y 'celebrity' Matthew Kenney. Mudrá viene desde Buenos Aires, pasando por Dubái, con ganas de conquistar Europa con más de 30 aperturas proyectadas. El norteamericano, reconocido por su especialización en lo vegetal, con la sostenibilidad por bandera, se arriesga en España con una propuesta que, según su socio, Marcelo Boer, no es excluyente: “No somos veganos”, recalca. No porque haya carne, sino porque se centran exclusivamente en la dieta, no en la filosofía.
El coqueto local, repleto de tonos pastel, es perfecto para la foto en redes sociales. Pretende ir más allá de lo cuqui con recetas sabrosas, coloristas y muy bien presentadas que consiguen, casi, que no se eche de menos lo animal. Buenísimo el tiradito de alcachofas sobre emulsión de ají amarillo, aguacate, ají limo y aceite de pimentón picante. El aguacate especiado, rebozado en semillas y frutos secos y sobre yogur de anacardos es como para mojar el pan de patata que lo acompaña; sin embargo, no convence tanto la variedad de sushi a partir de distintas frutas como el mango o la pera.
Aseguran que la hamburguesa doble de champiñón Portobello es un 'hit', así como la pasta primavera. Desde luego su particular pad thai de fideos de arroz, salsa de anacardos, tempeh a la plancha y pak choi lo es. La masa de las pizzas es buena, aunque la trufada, con gírgolas asadas, abusa del aceite de trufa y de las setas. Los postres, como la tarta de queso (de anacardo) y dulce de leche de coco son vistosos y hacen lo que pueden en cuanto a sabor. Buen capítulo de coctelería, con y sin alcohol, y 'bakery' para las meriendas próximamente. Interesante y muy cuidado concepto.