Limone es una ‘tavernetta’ italiana situada en pleno barrio de Salamanca especializada en pequeños ‘bocconcini’ y ‘focaccias’ rellenas con ingredientes típicos de diferentes zonas de Italia. El local, de la familia Assaria, es discreto y hasta puede pasar desapercibido por los suaves colores que evocan al mediterráneo, blanco y azul.
En su interior, hay mesas altas que sugieren comidas informales, desde el aperitivo a la cena, incluida la merienda con tartas caseras, buen café y por qué no, acompañadas del clásico Negroni, o un Aperol Sprit.
La carta recoge recetas tradicionales de la cocina casera, pastas y ‘scaloppine’, y combinaciones muy del paladar italiano como la focaccia de salchichón tipo Milano y crema de queso con mermelada de higos o, para los amantes del queso, las flores de calabacín rellenas de provolone y ricota. Un buen detalle para que la inmersión culinaria sea auténtica es la selección que proponen de cervezas y vinos de diferentes regiones de Italia.
Entre los postres, no podía faltar la panacotta, el pie di Limone y como no, encontréis hasta la focaccia de Nutella.