Música pop, colores excesivos y una estética retro que parece sacada de una secuencia de cine almodovariano. Así es el escenario que enmarca esta aventura gastronómica del Grup Iglesias (socios de los Adriá y con restaurantes de Barcelona tan punteros como Tickets y Spai Kru) que se estrenan en la capital rindiendo un claro homenaje a la movida del Madrid de los 80.
Las Chicas, Los Chicos y Los Maniquís se encuentra en el hotel Axel, junto a Bala Perdida, el bar del mismo grupo. Tiene dos barras, una más clásica y la principal (más divertida) que está en el gran salón vestida de espejo y charol rojo y rodeada de sillas altas desde donde no podréis quitar ojo al trajín de los camareros rematando los platos.
Pedro Gallego ha diseñado una carta que a pesar de los nombres imposibles y las atrevidas presentaciones está compuesta por tapas y raciones bastante tradicionales. Cerveza, vermú o "bálsamos divinos" como llaman a los vinos, acompañan a unas buenas croquetas de jamón con guiso de pollo, las "patatas Massiel" que son unas bravas con crema ligera de alioli, un arroz meloso de pato y gorgonzola y, como no, entre otros, el bocata de calamares con salsa kimchi. Tendréis que pedir "champú de huevo" si queréis tomar de postre la crema catalana con arena de canela y toffee.