Regina Arteaga, mexicana con origen (y marido y socio) asturiano, es parte de la propiedad de este nuevo restaurante que fusiona, como ella, la gastronomía de su país con la de la región española, "un muy buen producto que funciona muy bien con las preparaciones típicas mexicanas", adelanta. Esta mezcla está conseguida, sobre el papel, en La Xida. Heredero del pequeño El Xidu, su primer negocio, ya el nombre es una declaración de intenciones, pues viene del bable pero se emplea a menudo en México como sinónimo de bonito, bueno, ‘guay’, en su versión más coloquial.
La Xida es, en efecto, divertido, empezando por su oferta de barra y coctelería y terminando por su salón con cocina vista, todo enmarcado en un aparente diseño, neutro y sin 'folclorismos', con elementos de ambas culturas. Arrancar con un 'tekidra' (cóctel de tequila y sidra) es impepinable si se es fan de la bebida de manzana. Si no, puede resultar un tanto empalagoso.
En la carta (una más reducida para la barra y otra más amplia para el comedor) hay botanas, hay tacos y hasta guisos y cuchareo. Las croquetas de cochinita con cebolla encurtida y chile habanero están muy buenas, mejor que las de cabrales con mile de sidra a las que les falta un poco de la intensidad del queso. La cazuelita de queso fundido lleva afuega’l pitu y tierno con chorizo igualmente asturiano y está deliciosa, igual que los tortos con picadillo mexicano y yema curada en soja para mancharse las manos. ¿El mejor? Sin duda los tacos gobernador con langostinos, cebolla morada y aguacate con salsa xida a base de mayonesa, queso y chile serrano.
Es original la picante coliflor macerada en cerveza con salsa de maracuyá, chile de árbol y queso la peral, recomendable pedirla, y aseguran que hay que dejar hueco para el bocadillo de cachopo porque es la estrella. Sale entre dos panes con frijol refrito, guacamole, cebolla morada, tomate y la misma salsa xida y es casi imposible de terminar. A decir verdad, el resultado es demasiado contundente, con el pan no termina de funcionar y la carne y el queso acaban perdiéndose en el conjunto. Un par de opciones de postres como la tarta de queso de cabrales a modo coulant, el arroz con leche requemado y la tarta de turrón permanecen más tradicionales. Adelanta Regina, encantadora como todo el equipo, que incorporará un taco de chocolate en breve. Como novedad, es gracioso, diferente y aterriza con buenas intenciones.