Diversión sí, por supuesto, pero también una contundente propuesta gastronómica a cargo de Joaquín Serrano, que ha pasado por restaurantes como Celler de Can Roca o Kabuki Wellington. Han puesto el fuego y la temporada en el centro de una carta que se anima cada noche a golpe de djs.
Pollo, onglet, pulpo, salmón e incluso panes (en formato bao o brioche)... Casi todo pasa por las brasas en este nuevo local, con dos ambientes bien diferenciados (barra y mesas altas + comedor) y un reservado para 10 personas, que quiere conquistar Chamberí desde una más que estratégica ubicación a un paso de Ponzano. Aquí hasta los cócteles de autor, casi una decena de opciones, tienen algo ahumado como lo demuestran el roasted pineapple o el espresso bananini.