Si te preguntaran por cuáles son los restaurantes clásicos de Madrid, ¿qué dirías? Seguramente vinieran a tu mente el desaparecido Jockey, El Club 31, Zalacaín o Horcher. ¿Verdad? Remontémonos a 1943. Es el año en que Horcher aterrizaba en Madrid. Pero su fundación data del 1904, cuando Gustav Horcher abre su primer restaurante en Berlín. Muchos años han pasado, pero qué maravilla, tanto tiempo después sigue inamovible al paso del tiempo y en manos de la quinta generación de la familia.
Hoy en día sigue fiel a sus principios: calidad excelente, servicio excepcional y cocina tradicional ajena a modas pasajeras. Sentarse a la mesa de Horcher, es hacerlo al puro savoir faire madrileño. Por allí han pasado personajes de la talla de Salvador Dalí, Sofia Loren o Ernest Hemigway. Si sus paredes hablaran... La sala se traduce en el clasicismo de cubertería de plata, copas serigrafiadas, claveles en cada mesa y elegancia en estado puro. También disponen de tres reservados: el salón, la recepción y Horcher downstairs.
Horcher es, probablemente, ese sitio en el que probar platos que seguramente no tomarías en otro restaurante. Su cocina de tradición austro-alemana no tiene rival en la ciudad. Los clásicos de esta casa e imprescindibles son algunos como los arenques a la crema con kartoffelpuffer o pastel de patata, el consomé 'Don Víctor', el steak tartar, el stroganoff a la mostaza Pommery o platos de caza como la perdiz a la prensa y el lomo de corzo. La verdadera experiencia culinaria en Horcher también reside en el servicio de sala, que prepara frente al cliente muchos de sus platos para el deleite de todos los sentidos.
Para culminar de forma inmejorable, hay que hacerlo con el Baumkuchen, o pastel de árbol, su postre más singular preparado capa a capa, en un horno especial y elaborado con más de 70 huevos. Lo presentan cortado en láminas y cubierto de chocolate caliente, helado de vainilla y nata. También son dignos de mención los crêpes Suzzete, que preparan, una vez más a la vista del comensal y suponen un subidón dulce con zumo de naranja y Grand Marnier.
¿Eres un amante del vino? Horcher es también una joya enológica en la ciudad. Su bodega atesora vinos de añadas históricas, dignos de los paladares más exquisitos. Recuerda que la americana sigue siendo obligatoria para los caballeros. ¡Larga vida a Horcher!