Uno de los restaurantes que más elogios ha cosechado en Barcelona entre clientes y profesionales del sector, recala en el elegante hotel Santo Mauro no para ponerlo patas arriba pero sí sin perder la esencia más desenfadada y carismática con la que el extraordinario trabajo de Rafa Peña se ha convertido en un "must" culinario en la Ciudad Condal.
De hecho se trae al emblemático palacete de Chamberí algunos de sus señas de identidad como su legendario bikini (pan de miga de masa madre, panceta curada, queso comté y finas lonchas de lomo y todo marcado a la plancha) o su querencia por los vinos naturales y orgánicos. Peña cambia de escenario pero no de registro y ese juego entre sus platos y la cubertería clásica de plata nos resulta de lo más interesante y prometedor.
Aún así ofrece dos ambientes bien diferenciados. Por un lado, en La Biblioteca Gresca la balanza cae del lado del hotel con un ambiente marcadamente más noble, más pausado, más recogido donde entregarse a la dinámica cocina de mercado de Peña, mientras que la vertiente más "casual" impera en su wine bar (cocina non stop y horario ininterrumpido de 13.00 a 23.00 horas), instalado en los salones recientemente actualizado y en el precioso jardín centenerario que atesora este exclusivo alojamiento.