Los espacios que fueron antes My Way, con una propuesta culinaria capitaneada por Joaquín Felipe, ahora cambian de nombre para llamarse Ella Sky Bar. La cocina no es la misma pero sí sus vistas espectaculares que alcanzan desde las Cuatro Torres al norte hasta el más cercano Palacio Real. Y con el legendario neón de Callao, el del edificio Capitol, a una distancia tan corta que hará las delicias de tu cuenta de Instagram.
Dos pisos (abajo, restaurante y zona de barra con grandes ventanales y, arriba, azotea con una panorámica única) donde manda un estilo urbano y un público joven. La carta non-stop es un equilibrio entre algunos platos castizos (huevos revueltos), bocados internacionales (risotto con foie) y mucho finger food. Una cocina sencilla, reconocible, para todos los gustos.
El espacio, al que llegaréis montados en un ascensor con esas maravillosas cabinas de hierro y doble puerta y después de pulsar el botón del décimo piso, está abierto desde las 12 h y, además de su oferta gastronómica fija, suma un brunch para las mañanas de los sábados, el plan redondo para sorprender y empezar el día.