"No hay mejor forma de vivir, que rodearte de aquello que te hace feliz". Con una filosofía así, no podemos tener más ganas de repetir y repetir en Elektra. Nos encontramos ante un espacio que se ha dedicado al bienestar, a los placeres de la vida sencilla y a que te sientas como en casa. Y lo consiguen. Si en un principio su vocación iba a ser vegetariana y vegana, pronto supieron combinarlo con otras propuestas para todos los públicos. Eso sí, en clave saludable. Podríamos decir que Elektra es un restaurante omnívoro.
Si bien un 60% de los platos de su carta no incluye proteínas de origen animal, para el tanto por cien restante cuentan con los mejores productos que encuentran (pescado salvaje, carne con DO) para asegurarse que el resultado va a ser beneficioso desde el origen.
En una carta gastronómicamente muy potente, exploran platos 'verdes', algunos con influencias italianas y orientales, además de pescado fresco y carnes. Si tuviéramos que elegir nuestros platos favoritos, esos serían los nem-cuon de vieira y gamba con una cama de guacamole y chutney de naranja, el bacalao salvaje de Alaska, el sashimi de salmón salvaje y una memorable lasagna bolognesa de buey de la Finca de Jiménez Barbero con sobrasada y queso pecorino gratinado. De 10. Mención aparte merece el pastelero, que cada día prepara tartas caseras para el deleite de sus clientes: tangerine pie, tarta de Santiago y té matcha, brownie vegano de plátano...
¿Te apetece acompañar la comida con un cóctel? En la planta baja tienen un cocktail bar para el que han diseñado un libro que te querrás llevar a casa. En éste, cada cóctel creado por su barman, viene con una bonita ilustración y la receta con sus ingredientes.
No podemos dejar de mencionar el brunch dominical, que se ha posicionado como uno de los mejores de Madrid. ¡Hasta tienen lista de espera! Zumos naturales hechos al momento, bollería casera, bizcochos de distintos sabores, café ecológico de Colombia, tostas con panes de masa madre y unos huevos Benedictine de ley.