Hay restaurantes que transmiten sobriedad y buen gusto. Locales en los que, independientemente del plato de la carta que elija, el comensal cuenta con la total seguridad de que va a ser un acierto, pues el lugar está avalado por una reputación labrada a base de buen hacer.
Ese es el caso de La Notaría, una elegante taberna situada en la calle General Álvarez de Castro, 20. Una zona privilegiada en la que se concentran algunos de los restaurantes más cotizados de la capital. Quienes buscan la mejor gastronomía lo saben bien: hay que dejarse caer por Chamberí.
La Notaría, que desde su inauguración a manos del Grupo Tonteo como sucursal del local del mismo nombre en Marbella, ha ido sumando una clientela fiel desde su inauguración el pasado verano. Un restaurante que busca ofrecer una experiencia gastronómica que trascienda lo convencional en un luminoso y agradable espacio de techos altos, en el que destacan su amplia barra, sus mesas altas y su exclusiva terraza, ideal para los días soleados.
Entre los platos que sobresalen de la carta, el lenguado meunière, los huevos fritos con patatas y bogavante, la mini burger de picaña o el bikini trufado a la brasa. Otros clásicos que nunca fallan, especialmente a la hora de pedir algo para compartir, son los torreznos de Soria, las zamburiñas o las siempre apetecibles patatas alioli.