Soma

Dónde comer en el Día del Padre

Dependerá de tu agenda y tu bolsillo pero te animamos a que celebres este día con varias propuestas gastronómicas. Tú también disfrutarás

Gorka Elorrieta
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Cada año la misma historia. Cada año te exprimes la cabeza para no caer en las típicas prendas de ropa, en un libro que te gusta pero no sabes cuándo leerá, en un gadget tecnológico que acabará utilizando dos veces al mes. Son cada vez más las tiendas con regalos diferentes pero nunca es fácil y quieres acertar.

Suena cursi, mucho, pero este año le vas a dar un poco de tu tiempo. Y te lo vas a dar un poco a ti. Este año le vas a regalar algo tan fugaz y quizás duradero como una conversación frente a un café, una tapa coreana o el último cocido del año. Disfrutaréis los dos. 

RECOMENDADO: Y si le quieres llevar a la sierra madrileña...

¿Un desayuno juntos?

Tu padre es de desayunar fuerte y como no puedes esperar al brunch del finde y además tienes la agenda tan apretada que sólo has encontrado un hueco a primera hora, tendrás que hilar fino. A esa hora, del pan al café pasando por el queso, todo seduce en La Carmencita. El local le gustará pero si prefieres algo más moderno para el primer café+tostada salada, apunta Toma Café 2 o si prefieres algo con más solera, el reabierto Café Comercial. Pero hay muchos más templos del café para compartir un rato y darle su regalo.

Para un aficionado al vino

Si tiene una pequeña bodega en casa pero todavía no se ha interesado por los caldos del marco de Jerez, un secreto a voces y en progresión ascendente, acódate en Palo Cortado, el nombre lo dice todo. Tapeo andaluz y una interminable oferta vinícola (por copas te puedes arreglar tu propia cata). No está nada nada mal lo que exhibe Manuel Urbano en la pizarra de La malaje. Puedes invitarle a comer en Angelita o pasarte a picar algo por Taberna Averías o La Fisna. En todos encontrarás tragos que le sorprenderán. O apuesta por los vinos naturales O apuesta por los vinos naturales en el Garage Bar del Mercado de Antón Martín.

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Clásico pero clásico

Tienes muchas opciones pero la más noble entre las nobles es, sin duda, Horcher, a un paso de El Retiro. Eso sí, la cuenta te va a doler hasta Navidad. También puedes acertar con los platos de herencia mesetaria de Santerra o los afrancesados de Sacha o la sobresaliente caza en Membibre

Es más de barra

Entonces lo fácil es asomarse a la zona de Retiro, donde las opciones son infinitas. Y siendo martes estará mucho más tranquilo que los fines de semana. Puedes acercarte a la última apertura de los hermanos Aparicio, Salino, o arrancar en Zalamero con unas croquetas de pollo rostido. Podéis estrenar junto la zona más informal del nuevo novísimo Arzábal o alejándoos un poco pero comiendo en mesas altas podéis ver el brillo de la reciente estrella Michelin que se ha llevado Javi Estévez por La Tasquería. Contamos que tu padre es de manitas, callos y mollejas. 

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Porque es un padre atrevido

Antes de pagar, tendrás que tirar de paciencia. Puedes hacer la espera habitual para coger un sitio estratégico en la barra e invitarle al StreetXO. O aguantas un poco el frío para que te apunten en la lista de Nakeima. En ambos sitios, una vez dentro, ¡a dejarse llevar hasta que el cuerpo aguante! Siguiendo por la vertiente asiática, también puedes plantarle un hotpot en la mesa. El de Casa Lafu con un generoso nivel de picante. Que baile el paladar. O ir (no hace falta reservar) a comer tapas coreanas de Luke Jang en Luke.

¿Y una mariscada?

Si tienes el mejor padre del mundo, igual puedes tirar la casa por la ventana y reservar mesa en Rafa. Si es el mejor, igual se enrolla e invita. Pero si vas a arrastrar la cuenta de semejante homenaje durante los próximos dos meses, le citas en la puerta temprano y os hacéis hueco en la barra. Las gambas y el salpicón de bogavante del Cantábrico se disfruta igual y el ticket final duele menos. O también puedes citarle en Ostras Pedrín y os dais un homenaje de estos bivalvos. Si andas boyante, y te van los sitios con solera… Cinco décadas avalan la cocina de O’Pazo, propiedad de la familia de otro nombre incontestable en la capital: Pescaderías Coruñesas.

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Le mola la sierra

Es de los que disfruta de la naturaleza, pero sobre todo si hay un buen restaurante cerca. Podéis acercaros a Guadarrama y pillar mesa en Carande, para entregarse a la cocina vasco francesa del chef Carlos Carande, o meteros, si va con hambre, el cocido monumental que preparan en El Charolés, o un tapeo finolis en Vesta Taberna, ambos templos en San Lorenzo del Escorial. O quizá ganar altura hasta Navacerrada y dejaros caer por el Rumba donde siempre guardan gratas sorpresas en la carta.

Haced un viaje

En Desencaja proponen dos. Uno a la Luna (40€) y otro al centro de la Tierra (56€). A Aldrin y Verne no les salió tan económico. Iván Sáez comprime aquí parte de su propuesta pero todo su talento se exhibe en Mesa del chef (85€). Igual te da pie para hablar del patriarcado, pero tampoco le estropees su día. Si quieres introducirle en el mundo del pescado crudo, nuestros candidatos para una transición agradable y con garantías serían Miki, 99 sushi bar Eurobuilding, Umiko y Kappo.

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Plato único (madrileño)

Coge el coche y acercaos a Vallecas. Para muchos Antonio Cosmen hace el mejor cocido de la ciudad. Abrió Cruz Blanca en 2005 pero ha sido en los últimos años cuando le han llovido los premios y los clientes. Si quieres tirar por lo castizo, Malacatín es una institución en la materia. Sus tres vuelcos atraen a multitudes. Si buscas un trato más formal, una selección de producto que pasa todas las pruebas del algodón, reserva en La Cocina de Frente, el proyecto de Juanjo (La Tasquita de Enfrente). Sirve como despedida del invierno.

Invítale a tu casa

Y haz un poco de Falsarius chef pero de la mano del reconocido Pepe Solla. Pásate por algún espacio Frinsa (están en Lagasca, 52 y Toledo 44) y compra el pack Colección Recetas. Con la conservera gallega no se falla. La caja lleva una selección de mejillones en escabeche, barritas ecológicas de pipas y una receta del chef estrellado (con el laterío incluido y unas puntas de espárragos blancos). O pásate por La Colmada a ver qué te tienta. O Nudista. Descorcha un buen vino, comprado, por ejemplo, en Lavinia o La Tintorería

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