BiBo Madrid, el buque insignia de Dani García en la capital, comienza nuevo curso… ¡y nueva etapa! En un ejercicio de reinvención, su sede en Castellana amplia el contenido de su propuesta gastronómica, que se completa también en la carta de bebidas de El Coleccionista, la coctelería de vanguardia alojada en el piso superior. Además, en otro hito para el establecimiento madrileño, su imagen se unifica con su local hermano, BiBo Marbella, del que llegan incorporaciones para ampliar la carta.
Con la máxima de emplear productos de calidad que eleven la experiencia del comensal, en el restaurante más cosmopolita de Dani García no faltan los guiños internacionales para viajar por el mapamundi, pero tampoco el recuerdo y la presencia de su tierra natal, Andalucía. A la mesa, la carta se caracteriza por un comienzo pensado para compartir, en el que varios bocados están pensados para comer con las manos. En este apartado los ya clásicos (entre ellos, los brioches son un icono de BiBo y el de salsa bull, su mayor exponente) se unen a los recién llegados, como el Baby Hot Dog con salsa tártara para comerte Alemania en formato de perrito caliente.
Su oferta de principales se caracteriza por la variedad y sigue la misma línea culinaria, combinando lo lejano y exótico con lo conocido y familiar. Hay platos que transportan a Italia, como la berenjena asada al pesto (también proveniente de la carta marbellí de BiBo) y otros con influencias cruzadas, como el mezze maniche con carbonara de torreznos. El toque francés lo aportan opciones como las ostras al natural, el steak tartar de ternera con patata paja, huevo y parmesano o la famosa burger Rossini, inspirada en la alta cocina francesa. Y si se desea ir más lejos, hasta Asia, su ensalada de sandía, atún y kale frito, el sashimi de atún de Almadraba en adobo o el bogavante con salpicón de yuzu y envidias serán buenos compañeros.
En esta reinvención, BiBo suma también novedades. Recetas inéditas hasta la fecha entre las que se encuentra el bacalao asado provenzal con pimientos del piquillo. Además, incorpora una nueva sección “BiBo Party” en la que incluye opciones como la lubina asada a la parrilla con oliva taggiasche y mejillones, el pollo “Acción de Gracias” y el Tomahawk de ternera.
El broche a una comida o cena memorable en BiBo es líquido y pasa por una visita a su coctelería, El Coleccionista. Cócteles creativos, con recetas alcanzadas a través del trabajo y el perfeccionamiento de la técnica, conforman una carta para disfrutar trago a trago. Aquí podrás dejarte llevar y encontrar el sabor de un libro viejo en Fatum, experimentar un recorrido por las obras de Julio Verne con Lucero del Alba o, si eres más de clásicos, apostar por unPersic Penicilin elaborado con Macallan 12 Years, Ardbeg 10, miel de jengibre y cítricos del pérsico o un Alaska Spring con Gin Le Tribute con hierbas, vermut seco y Chartreuse amarillo.