La nueva casa del mexicano Roberto Ruiz tiene unas vistas privilegiadas al Pacífico. Tras cerrar el estrellado Punto MX y triunfar con su servicio de comida a domicilio, abrió Barracuda MX, un local enorme, a un paso de la Puerta de Alcalá.
En su aventura más personal no solo ha reducido el ticket medio y lo ha vestido de un ambiente más desenfadado sino que por el camino busca mostrar una gastronomía méxicana menos conocida, otras técnicas (pescados zarandeados o a la talla), nuevos sabores a partir de la influencia asiática y de las rutas comerciales que van Baja California al estado de Chiapas.
Su cocina recorre el litoral oeste de México, de norte a sur sin renunciar a alguno de los mayores atractivos de su puesta en escena en Madrid. Siguen ahí su legendario tuétano, su guacamole y sus icónicas tortillas de maíz ocupan ahora el centro de la sala, donde se elaboran a diario.
"Nos hemos dado la oportunidad de hacer una cocina muy potente, de sabores nítidos y auténticos que solo se podrán probar en Barracuda MX y, por otro lado, renovarnos y hacer platos inéditos, siempre fieles a nuestra esencia. Queremos poner el nombre de México en alto y dar a conocer este recetario tan amplio que recoge técnicas milenarias que combinamos con otras contemporáneas y el mejor producto de aquí". Así lo presentó el propio Roberto Ruiz que ha confiado en tres mujeres (Tatiana Allard -cocina-, Maggie Bañuelos -sala- e Inés Cabanas Casas -sumiller-) para seguir dando guerra y fiesta en el tablero capitalino.