Parece que el todopoderoso grupo de restauración catalán Isabella’s, fundado por Isabella Heseltine y que cuenta en su haber con más de una decena de conceptos en la Ciudad Condal, pretende aterrizar con fuerza en Madrid poniendo a su llegada un marcado acento italiano. Su primer restaurante fue Casa Isabella, en el siempre romántico callejón de Jorge Juan, una coqueta propuesta de corte casero y ‘chic’, con un interiorismo que hace una oda al hogar de la ‘mamma’ con altas dosis de estilo, y recetas con buen producto y buena mano como su caponata siciliana o su carbonara, servida en rueda de pecorino. La empresa no ha querido cambiar de latitud, aunque sí de aires, en su segundo retoño en la capital y en el barrio de Salamanca.
Un portentoso esquinazo de la calle Velázquez, cercano al Retiro, acoge esta novedad que llama la atención a todo el pasa por las inmediaciones. El estudio de interiorismo Quintana Partners ha querido emular al Café de la Ópera, a esos locales con empaque cultural, histórico y ciertamente elitista, y lo ha conseguido trayéndolos a la más rabiosa actualidad.
Es especial, sofisticado y apetecible desde su entrada, repleta de luz y reminiscencias art déco, alrededor del piano de cola que preside el espacio o en una segunda planta que evoca un elegante ‘speakeasy’ y club, en tentadores tonos rojos. Como no, hay pianista, música en vivo y hasta DJ que amenaza con alargar las sobremesas hasta bien entrada la madrugada.
Es precioso, en una palabra, y su carta no se queda atrás. Dice la propiedad que esta es, probablemente, la más italiana de todas las que han diseñado y cada cosa que probamos, con mucho de influencia romana, fue deliciosa. Los rigatoni picantes al vodka, los finísimos y delicados calabacines fritos o los ravioli de ricotta y espinaca con mantequilla y salvia piden repetir. También lo hace su vitello tonnato de solomillo, espectacular. Su tiramisú clásico, magníficamente presentado, merece que se le deje un hueco así como a su imaginativa coctelería basada en el zodiaco, con más de veinte referencias que aseguran veladas mágicas.