Da igual si tu visita coincide con un fin de semana, con días festivos o si vienes en cualquier momento de lunes a viernes, en Madrid podemos decir, sin margen para el error, que es imposible aburrirse. Conciertos, fiestas, exposiciones, rutas de tapas… La ciudad siempre tiene un plan a mano para ofrecerte. Y, como sabemos que el tiempo es oro y que, a veces, escoger entre tanta variedad cuesta, hemos preparado una guía en la que te contamos qué ver en Madrid en un día, en dos y en tres. Completa a rabiar, también contiene algún que otro plan para ti, que vienes con niños. Así pues, con amigos, en familia o en pareja, ponte zapas cómodas y lánzate a disfrutar.
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Si queremos que nos cunda el día, nada de quedarse hasta las 12 en la cama. Levántate (más o menos) pronto y empieza el día con un desayuno rápido en alguno de los bares del centro de Madrid. Una buena opción es ir a algunas de las cafeterías con encanto de Malasaña, como La Bicicleta Café, Maricastaña o HanSo Café que, después de varios años, podemos decir que ya se han convertido en clásicos para empezar bien el día en la ciudad.
El resto de la mañana lo aprovecharemos para hacer turismo y dar una vuelta por las tiendas del centro. Nuestro destino será la calle Fuencarral, donde se concentran las marcas más modernas, las imprescindibles y también alguna que otra más alternativa de la ciudad. Al llegar a la Gran Vía, bajaremos hacia Callao y desde ahí, por la calle Preciados, hasta la Puerta del Sol. Aquí se acaban las compras y llega el turno del turisteo.
Tomando como referencia la calle Mayor, visitaremos la Plaza Mayor, repondremos fuerzas en el Mercado de San Miguel, pasaremos por la Plaza de la Villa y acabaremos contemplando el Palacio Real.
Time Out Tip: los miércoles y sábados por la mañana se celebra el cambio de guardia cada 30 minutos y el primer miércoles de mes tiene lugar el relevo solemne con pase de revista a las tropas (12 h).
No nos vamos a engañar, esta ruta es una ruta para realizar especialmente en primavera o verano, cuando el tiempo acompaña. Así podremos comer en una de las muchas terrazas que invaden las calles de Madrid. La oferta es tan amplia que para que te sea fácil escoger, nosotros te hemos preseleccionado tres: la del Mercado de San Antón, en pleno barrio de Chueca; Paco Roncero Restaurante, para los presupuestos más altos; y la del restaurante El Viajero, en La Latina, para picar algo mientras contemplas desde su azotea el ir y venir de los turistas y grupos de amigos que peregrinan de bar en bar. Si vienes en invierno o justo ese día hace mal tiempo, seguro que también encuentras un restaurante perfecto para refugiarte del frío y comer bien.
Madrid es ciudad para el arte. Y cualquier viaje o escapada, por exprés que sea, debería reservar por lo menos unas horas para visitar alguno de sus museos más importantes. No en vano, aquí encontrarás lo que se conoce como Triángulo del Arte, una zona de la ciudad donde, entre otros y sobre todo, se ubican el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza. Te diremos, además, que los dos primeros cuentan con franjas horarias para visitarlos de manera gratuita: en el caso del Prado, el acceso sin coste es de lunes a sábado, de 18 a 20 h, y los domingos y festivos, de 17 a 19; y en el del Reina Sofía, de lunes a sábado (los martes cierra), entre las 19 y las 21 h.
Cerca de estas pinacotecas, además, se encuentra el CaixaForum, muy recomendable para familias con niños porque suelen tener actividades infantiles muy divertidas. En todo caso, en Madrid siempre hay una buena exposición para ver y muchas salas alternativas que te sorprenderán.
Time Out Tip: el Museo del Prado abre gratis también el primer sábado de cada mes en horario nocturno gracias a la iniciativa El Prado de noche (de 20.30 a 23.30 h).
Madrid es todavía más bonito a la hora del atardecer. Y uno de los mejores lugares para contemplar la puesta de sol es sin duda en las alturas. La azotea del Círculo de Bellas Artes es siempre nuestra primera elección, por sus vistas, lo céntrica que está y porque puedes tomarte una cerveza o una copa mientras picas algo, cenas y disfrutas de los tonos anaranjados que tiñen la calle Alcalá y parte de la Gran Vía. Cerca se encuentran también las terrazas del Hotel Montera Madrid o la del Thompson, algo más caras pero también con mucho encanto, unos cócteles de envidia y unas panorámicas para el recuerdo. Casa Granada, con sus vistas a Tirso de Molina y sus raciones, también nos gusta mucho, aunque en verano te costará encontrar sitio.
Si todavía tienes fuerzas para más, nada mejor que rematar un día en Madrid que con un conciertazo seguido de unas buenas copas y unos bailes. La programación musical de las salas de la ciudad cambia casi a diario, pero podemos garantizarte que por sus escenarios pasan desde grandes artistas internacionales a pequeñas bandas apenas conocidas, abriendo un abanico de posibilidades para todos los gustos. Y en lo que a los clubs y discotecas se refiere, la variedad es tan amplia que tu elección dependerá de la música que más te guste escuchar y el público del que te apetezca rodearte.
Time Out Tip: el mejor ambiente gay lo encontrarás en Chueca, Moncloa es zona de universitarios, una de las discotecas más famosas es Kapital y últimamente gusta mucho el rollo speakeasy de lugares como Medias Puri o Uñas Chung Lee.
Antes de lanzarte a disfrutar de tu segundo día en Madrid, te animamos a tirar de un clásico para empezar la jornada como se merece, además de con bastante energía. Solo tres palabras: chocolate con churros. Bueno, y otras cinco más: en Chocolatería San Ginés. La mítica entre las míticas para disfrutar de este desayuno en la ciudad. Y es que, lleva desde 1894 haciéndonos felices con su saber hacer y dibujándonos una sonrisa con solo verla aparecer en su callejón. Por si encontraras cola y no te apeteciera esperar o porque, por ubicación, te viniera mejor desayunar en otra zona de la capital, te contamos que son muchas las chocolaterías en Madrid donde empezarás el día con calidad.
Te proponemos un pasear al aire libre, disfrutando de la calma de alguno de los parques y jardines que salpican aquí y allá la ciudad. Que no te engañen el asfalto y el hormigón, Madrid es ciudad de parques y jardines. Desde la Casa de Campo hasta el Parque Juan Carlos I, pasando por el coqueto El Capricho son muchos los espacios donde disfrutar del verde, alejarse del bullicio y bajar revoluciones. Entre todos ellos, uno imprescindible, especialmente si se visita la ciudad por primera vez: El Retiro. En total, 125 hectáreas para pasear entre parterres, alquilar una barca y remar en su estanque, aprovechar para que los más pequeños se diviertan en las zonas de juego o simplemente dejarse llevar por sus caminos.
Time Out Tip: antes de viajar, consulta el programa de visitas guiadas Pasea Madrid: quizá, puedas subir al mirador que esconde la estatua del monumento a Alfonso XII.
Para reponer fuerzas, te recomendamos que tires de propuestas locales y castizas. En el cercano Barrio de las Letras encontrarás un buen número de ellas. Bien de tapas, de platillos y de raciones con las que ir picando aquí y allí y regándolo todo con cañas bien tiradas y vinos mejor seleccionados. La Dolores, La Venencia y Casa Alberto son algunos de los nombres que te conviene tener en la memoria.
Y si lo que te pidiera el cuerpo fuera algo más universal, su poquito de 'fast food' (pero 'fast food' de calidad), te diremos que nuestra guía de las mejores hamburguesas de la ciudad debe ser el link que te guardes en favoritos para tener las coordenadas más apetecibles a mano.
La tarde de un segundo día en Madrid bien puede ser perfecta para disfrutar de uno de los muchos mercados gastronómicos que se extienden por la ciudad y rematar sus últimas horas con una película en un cine encantador hasta decir basta. Entre nuestros favoritos para un picoteo relajado de media tarde se encuentran las delicias japonesas de Yokaloka en el Mercado de Antón Martín, seguidas de una cerveza y una buena película en la Sala Equis: el que fuera el último cine pornográfico de Madrid fue remodelado y convertido en uno de los sitios de moda de la ciudad para tomar algo y disfrutar de una sesión de buen cine. Su sala es tan bonita y su estética gusta tanto que consideramos que se encuentra entre los cines más bonitos del mundo.
Una buena cena, con su botella de vino, su postre y su ambiente agradable es el plan perfecto después de una buena película. En Madrid, tienen sus locales grandes chefs y cocineros de prestigio galardonados con estrellas Michelín como Dani García o David Muñoz y su DiverXO. Si tu presupuesto es más ajustado, también tenemos una selección de restaurantes para comer hasta hartarte y no gastarte mucho. Y sí, consideramos que tamaño despliegue, después de tamaño día, se merece terminar por todo lo alto: regándolo con un buen trago en alguna de las muchas coctelerías de Madrid donde saben hacer magia tras la barra.
Un tercer día en Madrid se empieza disfrutando, por ejemplo, de un buen brunch. Eso sí, te animamos a que hagas trampas y que para probarlo no esperes a esa hora indeterminada a medio camino entre desayuno y comida, sino que lo adelantes para así poder disfrutar del día. Después de mucho investigar, os diremos que son bastantes los lugares donde consagrarse con éxito a estos desayunos tardíos y que entre nuestros favoritos se encuentran La Carmencita, con sus deliciosos huevos benedict y las diferentes opciones para tomarlos; el rollazo que tienen en Barbara Ann que también se transmite a su cocina; y la variedad en carta de la gente de Adorado Bar.
Nos tiramos un triple y esta recomendación la hacemos suponiendo que muchos de quienes nos lean estarán planificando una escapada a Madrid de fin de semana en la que su tercer día coincida con el domingo. Y si es así, tu mañana pasa necesariamente por recorrer alguno de los mercadillos que se celebran en la ciudad. El Rastro es el más típico y también el más grande, aunque siempre está plagado de turistas y bastante masificado. Una buena alternativa es el Mercado de Motores, punto de encuentro de hipsters y modernos. Descubrirás verdaderas maravillas de ropa, arte y decoración en sus puestos, incluso productos gourmet y ecológicos y bicis para todos los gustos. Eso sí, consulta su web antes de ir porque no se celebra todos los fines de semana. Y si no, siempre puedes darte una vuelta por alguno de los muchos mercadillos que cada sábado y domingo se despliegan en Madrid.
Es un ritual típico que no puede faltar en cualquier visita que se precie a Madrid. Quedar con los amigos para ir de cañas por La Latina es uno de los mayores placeres de los que puede disfrutar un madrileño. Ir de bar en bar, probando diferentes tapas, acompañadas siempre con su botellín, copa de vino o refresco, entre charlas, risas y anécdotas es rozar el cielo. La Cava Baja y la Alta se llenan hasta los topes y el ajetreo no cesa hasta la noche (o incluso madrugada). Si te cansas de tanto trasiego, siempre puedes quedarte en Casa Lucio, con sus huevos estrellados; o disfrutar de la terraza de La Musa Latina.
Madrid es puro teatro y los espectáculos que pueden verse sobre sus tablas siempre son una buena opción para disfrutar de la sensibilidad artística y también para aprovechar una última tarde en la ciudad sin necesidad de andar para arriba y para abajo. Y en este punto, para gustos, los colores. Lo que prefieran ver un buen musical tendrán que acudir a la Gran Vía y sus teatros. Las obras más alternativas suelen tener lugar en salas más pequeñas como el Teatro Lara, las Naves del Español en Matadero Madrid o el Teatro del Barrio. Y para los más pequeños también hay un buen número de opciones. No solo vais a despediros de Madrid los mayores por todo lo alto.
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