Santa Ana es más que una calle. Una vez al mes, se transforma en mercadillo callejero en el que los comercios más singulares y con más encanto del barrio cruzan su propio umbral para instalarse en la acera, en sentido literal.
Piezas de decoración, artesanía local, estilismos, tesoros vintage... Tampoco faltan a la cita los bares y tabernas del barrio, que arropan el momento como mejor saben: con cañas y tapeo del bueno. Una cita para no perdérsela y, de paso, redescubrir la zona de una forma original.
Todos los puestos y actividades se pueden consultar en https://www.santaanastreetmarket.com/