Hay quien no se percata de su existencia, tan ensimismado o a la carrera como anda para moverse entre la Plaza Mayor y La Latina o desde Tirso de Molina rumbo al Manzanares. Sin embargo, en el punto en el que todos estos caminos confluyen hay un espacio que lleva por nombre el de Plaza de Puerta Cerrada. Pequeña e irregular, esta plaza es gustosita, sus extremos están poblado de terrazas al sol y hay alguna que otra heladería en la que merece la pena endulzarse el día.
Dónde está
A la Plaza de Puerta Cerrada la encontrarás en el Madrid de los Austrias, muy cerca de la Plaza Mayor. En ella confluyen la calle de Segovia, la de San Justo, la del Nuncio y la de Gómez de Mora.
Cómo llegar
Moverse por una zona tan céntrica de Madrid como es esta utilizando el vehículo propio casi podríamos decir que es para los valientes. Calles estrechas, tráfico siempre denso y mucha gente caminando por sus aceras. Por ello, quizá, te resulte más cómodo y relajado dejar el tuyo en casa y decantarte por el transporte público para llegar hasta la Plaza de Puerta Cerrada.
En ese caso, puedes coger la línea 1, la 2 o la 3 de metro, hasta Sol; la 1, hasta Tirso de Molina; o la 5, hasta La Latina. Para quienes prefieran el autobús, también hay opciones. Los de las líneas 002, 18, 31, 50, 65 y M3 de la EMT paran en la misma plaza o muy cerca. Además, hasta la ya mencionada estación de Sol también llegan los trenes de Cercanías de las líneas C3, C4, C4a y C4b.
Mural
Te diríamos que los murales que pueden verse en los laterales de dos de los edificios que dan a la Plaza de Puerta Cerrada llaman poderosamente la atención, pero, lo cierto, es que, al ser un lugar de paso, muchas veces suelen pasar desapercibidos. Así pues, la próxima vez que te dejes caer por allí levanta la vista y contémplalos: datan de la época en la que el alcalde de Madrid era Enrique Tierno Galván y dicen que se pintaron para hacer algo más vistoso el aspecto que diferentes demoliciones de viviendas habían dejado en la plaza.
Curiosidades
Como cualquier lugar de Madrid, la Plaza de Puerta Cerrada podría contarse de anécdota en anécdota. Por escoger, escogeremos la que tiene que ver con su nombre. Y es que, este se debe a que aquí se encontraba la puerta cerrada de la muralla cristina de la ciudad durante la Edad Media y el Renacimiento. Dicha muralla fue destruida en 1569 y hoy preside el lugar una cruz de piedra que data del año 1738.
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