Majestuosa, limpia, ordenada, ¡peatonal!, verde, con vistas, siempre alegre y siempre llena de vida, desde con gente en sus terrazas, o paseando y tomando un helado, hasta niños jugando en su parque. La Plaza de Oriente es una de las plazas que más nos gusta y gusta de Madrid.
Presidida por el Palacio Real y el Teatro Real, flanqueada por los Jardines de Sabatini, los de Lepanto y los del Cabo Noval, y habitada por una interesante colección de esculturas de reyes españoles, su origen se remonta a principios del siglo XIX, a cuando el olvidado rey José I mandó demoler las casas medievales situadas sobre su solar. Te diremos que llegó a conocérsele como el Rey Plazuelas por el gusto que tenía de construir plazas de corte parisino, aunque fuera a costa de derribar y derribar edificios.
Para obtener un diseño más parecido al actual habría que esperar hasta el mandato de Isabel II y la construcción (al menos el inicio de ella) del Teatro Real. El trazado definitivo fue cosa de Narciso Pascual Colomer en 1850.
Tras sucesivas remodelaciones, la plaza ha ido configurándose como la conocemos hoy en día. Y sí, hay que reconocerlo, su obra de restauración en los noventa (haciendo que el tráfico de la calle Bailén fuera subterráneo en este tramo) consiguió aunar un lugar histórico con un espacio cotidiano y de disfrute de los madrileños y foráneos. Ya lo hemos dicho: nos gusta esta plaza.
¿Por qué se llama Plaza de Oriente?
Aunque hay quien le atribuye a esta toponimia vinculaciones masónicas con José I, que era masón, la realidad es que su nombre le viene simplemente por estar situada frente a la fachada oriental del Palacio Real.
¿Qué estatua hay en la Plaza de Oriente?
La que está situada en el centro de los jardines es una estatua ecuestre de Felipe IV realizada por el italiano Pietro Tacca.
¿Qué personajes están representados en las estatuas de la plaza?
Los reyes de España: godos, Austrias y Borbones.
Curiosidades
Podríamos elegir unas cuantas, pero así, como una de las más llamativas, te diremos que el monumento a Felipe IV, situado en el centro de la Plaza de Oriente y construido en el siglo XVII, está considerado la primera estatua ecuestre del mundo sujetada únicamente por las patas traseras del caballo.
Cómo llegar
Para llegar hasta la Plaza de Oriente te recomendaríamos que te olvidaras del vehículo propio. Piensa que se encuentra en una zona peatonalizada, así que probablemente te resulte más práctico y cómodo recurrir al transporte público.
En ese caso, puedes tomar la línea 2, la 5 y el Ramal de metro, hasta Ópera; o la 1, la 2 o la 3, hasta Sol. Para quienes prefieran el autobús, son muchas las opciones a su disposición. Así, es posible coger las líneas 3, 25, 31, 39, 46, 50, 62, 65, 75, 138, 146, 147, 148, C1, C2, M3, NC1, NC2, N16, N18, N19 y N20 de la EMT. Por último, en la estación de Sol también paran los trenes de Cercanías de las líneas C3, C4, C4a y C4b.
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