Del cocido, al bocata de huevo frito y el pad thai: así combate La Muñoza el frío desde el plato

En su carta se combinan tradición y modernidad desde el plato, con el cerdo ibérico como protagonista. Así es este negocio familiar donde reinan los ingredientes de calidad

  1. Grupo La Muñoza
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Time Out en colaboración con GRUPO LA MUÑOZA
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En plena calle Atocha, en el número 54, se encuentra La Muñoza: un negocio familiar donde tanto guiris como locales se congregan a tapear en su barra de mármol con sillas altas o se adentran a su salón para degustar los platos de una carta que aúna tradición y modernidad con la mejor materia prima como base aglutinadora. 

Este negocio familiar, de los de toda la vida, luce tan castizo que pocos podrían decir que su origen real es extremeño, sobre todo por su cocido madrileño completo “en un vuelco”: toda una experiencia religiosa que os transformará por dentro y que podéis degustar todos los días. En su carta, además de este manjar, La Muñoza presenta una amplia selección de pinchos, tablas de ibéricos, embutidos y clásicos españoles como croquetas o huevos estrellados, con interesantes opciones, como pad thai y milhojas de causa limeña de atún.

Arroz caldoso, lentejas, callos… su oferta de raciones calientes es de tanta calidad como su cocido, el verdadero plato estrella de La Muñoza. Servido en un vuelco y en plena calle Atocha, no tiene nada que envidiarle a otras opciones de un coste muy superior en la ciudad. Pero si preferís probar otros manjares, su selección de carnes y pescados tampoco se queda atrás, gracias a la gran calidad de materia prima con la que elaboran todos sus platos. Otro puntazo para vivir la experiencia completa, desde el producto en bruto hasta que podáis degustarlo en el paladar, son sus talleres de corte de jamón para tratarlo como verdaderos expertos.

En la barra, La Muñoza sorprende con su “bebé”: el muñozito. Se trata de un bocata de nada más y nada menos que… ¡huevo frito! Sí, el sueño de muchos se hace realidad en este lugar donde se le da una vuelta de tuerca a mojar pan en la yema del huevo. Pero ahí no queda todo: podéis personalizar vuestro bocata con toppings como bacon o jamón ibérico cortado en el propio local, proveniente de su oferta de embutidos e ibéricos que llevaros a casa. Ah, y dejéis que probar vuestro muñozito con cava, una combinación perfecta entre tradición y sofisticación.

En este rincón de Atocha, no importa si optáis por un cocido madrileño, un muñozito, un pad thai o unas croquetas: la calidad de los ingredientes de La Muñoza consigue que cada plato de su carta sea un manjar. En esta apuesta segura, el local funciona como bar, restaurante e incluso tienda, para que os llevéis a casa una exquisita selección de embutido e ibéricos. Si queréis calidad y comer como en casa de vuestras abuelas, La Muñoza es ese sitio que nunca falla.

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