La temporada alta de festivales ya está aquí. El verano es la mejor época del año para disfrutar de un plan que va mucho más allá de la música: un festival es una experiencia para los sentidos.
Muchos se hacen una pregunta: ¿Es posible disfrutar de los festivales sin que eso suponga un importante agujero para el bolsillo? La respuesta es sí, y aquí estamos para desvelarla. Tomad nota de una serie de consejos sencillos para ahorrar sin renunciar a nada:
Hoteles, pisos turísticos, casas de amigos, tienda de campaña... Sea cual sea el lugar que escojáis para pasar la noche (o las noches), siempre os resultará mucho más asequible si lo planeais con la suficiente antelación. Y es que, a medida que se acerque la fecha del festival, los precios irán incrementándose. ¡Festivalero prevenido vale por dos!
Es posible que vuestra banda favorita toque en un festival que tiene lugar a centenares de kilómetros. Pero seguro que hay muchas otras que lo hacen en vuestra propia ciudad o, al menos, más cerca de casa. Los desplazamientos suelen consumir buena parte del presupuesto, por lo que apostar por lo local es siempre una buena idea. Quién sabe: igual descubrís que vuestro nuevo festival favorito está mucho más cerca de lo que pensábais.
Si hablamos de Madrid, por ejemplo, hay un montón de opciones con mucho 'love'. Apuntad: Love Reggaeton, una cita ideal para amantes del perreo, que tendrá lugar el 10 de junio; Love The 90s, para todos aquellos que crecieron estuciando lo mejorcito de la era pre internet; y Love The Twenties, el 24 de junio, una cita imprescindible para todos esos millennials nostálgicos de la electrónica, OT y lo mejor del Caribe MIX. ¡Lo tenemos todo!
Sí: moveros en Cabify también es una manera de ahorrar. En Madrid, la compañía ha limitado el suplemento alta demanda para que, independientemente del horario, origen o evento, el usuario tenga la garantía de que no recibirá un suplemento por alta demanda superior a 10 euros. ¡Para que podáis llegar súper cómodos a cualquier plan sin que eso os suponga un dineral! Ahora, solo queda disfrutar.
Lo sabemos: a menudo, cuando se está de vacaciones (y más aún si uno lo está pasando en grande, como suele suceder en los festivales) es normal que el gasto se dispare y después nos encontremos con la cuenta corriente tiritando. Pero aun así, es posible controlarlo un poco mejor si nos ceñimos a un presupuesto diario. Pensadlo así: lo importante es pasar el tiempo con amigos, ¡aunque sea en un plan súper low cost!
Saber qué hay en los alrededores del recinto del festival os puede resultar muy útil para saber dónde podéis abasteceros de lo que os haga falta: supermercados, tiendas, gasolineras... Nunca sabéis en qué momento vais a necesitar algo, y siempre es mejor explorar las posibilidades con antelación y planificar qué necesitaréis. Por eso... ¡La información es poder!
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