No es la catedral que uno espera encontrar en una ciudad de un país cuyos templos presumen de filigranas góticas o de contundencia románica, pero la Catedral de la Almudena luce señorial frente al Palacio Real con el que compone un conjunto arquitectónico que da gusto contemplar y fotografiar.
Tardó 110 años en construirse y no abrió sus puertas hasta 1993. Eso sí, cuando lo hizo fue a lo grande: con una visita papal y con un compendio de detalles y servicios que hacen que visitarla sea toda una experiencia: cripta, museo, capillas y hasta la posibilidad de subir a su cúpula y casi, casi, tocar el cielo de Madrid.
¿Cuánto cuesta entrar en la Catedral de la Almudena?
El acceso a la Catedral de la Almudena es gratuito, aunque se pide un donativo de un euro, que se deposita a la entrada del templo. Este importe se destina al mantenimiento del edificio.
Horario
De septiembre a junio, la catedral permanece abierta todos los días de 10 a 20.30 h. Durante julio y agosto, el horario de apertura se amplía una hora y pasa a ser de 10 a 21 h.
¿Qué es lo más característico de la Catedral de la Almudena?
Especialmente famosa es la cripta que el arquitecto Francisco de Cubas ordenó construir bajo el templo. Llama la atención por el aspecto tosco que le confiere la piedra de bóveda de cantería con la que fue construida y el tamaño de las 558 columnas que pueden contemplarse en su interior. Todo esto hace de ella una de las iglesias más espectaculares de Madrid.
¿Quién hay enterrado en la catedral de la Almudena?
Son muchas las familias ilustres que cuentan con sepulturas en la cripta de la catedral. Entre los nombres que se proporcionan están el de los dos arquitectos que más peso tuvieron en la concepción y desarrollo de las obras del templo: el marqués de Cubas y Chueca Goitia.
¿Cómo es la catedral por dentro?
La catedral de la Almudena despliega ante el visitante su planta de cruz latina, con una nave central y dos laterales. Su crucero tiene tres naves, uno de cuyos lados termina en la capilla dedicada a la patrona de Madrid. Son muchos los detalles, a modo de vidrieras, retablos, vía crucis, imágenes de santos, que la dotan de historia y, sobre todo, de solemnidad.
Cómo llegar
La catedral está situada en el número 10 de la calle Bailén, frente al Palacio Real. Es posible llegar hasta allí dando un corto paseo desde la Plaza de Isabel II, donde se encuentra la parada de metro de Ópera (líneas 2, 5 y ramal Ópera-Príncipe Pío). Las líneas 3 y 148 de autobús tienen parada en la intersección de las calles Bailén y Mayor.
Curiosidades
Un templo de estas características bien podría definirse como una curiosidad en sí mismo, siendo tantos los detalles que guarda su interior. Esto va a más si se tienen en cuenta también las vicisitudes por las que ha atravesado a lo largo del tiempo.
Por decir, diremos que la Catedral de la Almudena alberga, por ejemplo, la imagen de la Virgen de la Flor de Lis. Es decir, alberga la imagen de María más antigua que hay en Madrid y que está datada entre los siglos XII y XIII.
Conocer esta y otras curiosidades es posible en el museo con el que cuenta la catedral. Te fascinará profundizar en su historia, descubrir la locura que debió ser su construcción, aprender sobre quienes fueren los artífices de que el templo llegara a ponerse en pie, sí; pero lo que te terminará por maravillar será la posibilidad de subir hasta su cúpula desde donde tendrás unas increíbles vistas de la ciudad.
Historia
La Catedral de la Almudena tardó tanto en construirse y sus obras siempre estuvieron rodeadas de la incógnita de si llegarían a concluirse o no que su existencia bien podría calificarse de milagro. La idea comenzó a gestarse allá por 1868, pero no se pondría la primera piedra hasta 1883. Fue el rey Alfonso XII quien escenificó el inicio de los trabajos de la que sería una iglesia más de Madrid. Dos años después, el edificio conseguía el estatus de catedral.
El diseño inicial, que destilaba estilo neogótico francés por los cuatro costados, corrió a cargo del arquitecto Francisco de Cubas y Montes, quien no pudo ver ni su obra terminada ni tampoco continuada. Y es que, le sucederían diferentes compañeros de profesión hasta que en 1944 tomaron el relevo Fernando Chueca Goitia y Carlos Sidro de la Puerta.
La estética actual se la debemos a ellos, aunque habría que esperar a 1993 para verla terminada.