Hay sitios bonitos, sitios interesantes... y sitios que marcan la diferencia. Son aquellos que invitan a vivir una experiencia diferente a todas las demás, y que compartimos con entusiasmo en las redes sociales antes de contestar a la pregunta inevitable que viene después: "¿Dónde es eso?".
IKONO, en la calle Sánchez Bustillo, 7, a pocos metros de Atocha, es uno de esos lugares. Un espacio dedicado a las experiencias inmersivas que desafiarán todos vuestros sentidos. Literalmente. De la vista al oído, pasando por el tacto, el olfato y el gusto. Más de 600 metros cuadrados distribuidos en tres plantas en las que encontraréis toda una serie de habitaciones llenas de sorpresas que harán aflorar vuestro niño interior.
Pero, ¿qué hay en IKONO? De todo: estancias llenas de bolas, luces que os harán alucinar, confeti a raudales... En total, 12 salas inmersivas distintas que comparten un objetivo común, hacer volar vuestra imaginación.
IKONO fue creada por dos emprendedores sevillanos, Fernando Pastor y David Troya, tras un viaje a Tokio que hizo David con su familia. Tras conocer el bosque de bambú de Arashiyama, quiso recrear las sensaciones que que tuvo allí. De hecho, en Madrid se encuentra una sala única en el mundo ambientada, precisamente, en un bosque de bambú.
Hoy, tras las experiencias de IKONO están artistas de todas partes del mundo, como Sena Ruina (de Estambul, Turquía), Kimberly Leahey (Nueva York, EEUU), Ishita Banerjee (Montreal, Canadá) o Ricardo Cavolo (Barcelona). Todos han puesto su creatividad al servicio de Ikono para diseñar una experiencia inolvidable que podéis disfrutar en familia o con amigos en pleno corazón de Madrid.