1. Dormir en una bodega
En este caso hay que dejar claro que este alojamiento no se trata de un apartamento completo, sino de una habitación. Pero, ¡qué habitación! En total, 50 metros cuadrados con cama de matrimonio, un sofa-camá y baño privado. ¿Lo mejor de todo? Que cuando te hospedes aquí lo estarás haciendo en una bodega subterránea excavada en el corazón de la ciudad. A ella se baja desde el salón de la casa en la que se encuentra y al que tendrás acceso, igual que al resto de las zonas comunes. Sin duda, uno de los alojamientos más sorprendentes de Airbnb en Madrid, de esos que hacen que la experiencia de tu viaje gane enteros de originalidad.