Por la experiencia
Es una imagen que todos hemos visto cientos de veces en las películas americanas: los jóvenes –y no tan jóvenes– viendo una película sin necesidad de salir del coche. La magia de una experiencia compartida como el cine, unida a la intimidad que aporta el interior de un vehículo, en el que el sonido de la película suena a través de los altavoces de vuestro propio coche. Aunque, si os apetece disfrutar de la brisa nocturna, este verano siempre podéis optar por su famosa zona de hamacas con visibilidad privilegiada justo enfrente de la pantalla. Una experiencia única que hay que vivir al menos una vez en la vida, ¿y dónde mejor que en Madrid, admirando la vista de las Cuatro Torres mientras disfrutáis de vuestras palomitas?