Asomarse a los orígenes, descubrir el inicio de todo y, de paso, quedarse con la boca abierta al descubrir un espectáculo de luces y colores sin igual. Es lo que pretende mostrar Naturaleza Encendida, que vuelve por cuarto año al Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) de Madrid, esta vez bajo el título Origen.
Desde el 14 de noviembre hasta el 15 de enero, este céntrico espacio se transforma en un recorrido mágico apto para toda la familia, donde un despliegue de artes lumínicas y sensoriales acercan la creación de los seres vivos y muestran la importancia de los hongos en el nacimiento de distintas especies.
Aunque muchas veces es imperceptible, la micología es la raíz de nuestro entorno, y Origen lo acerca a todos en una experiencia totalmente inversiva dentro de un espacio natural que ya ha encandilado a miles de visitantes en sus ediciones anteriores. Un recorrido cargado de estímulos, colores y belleza que, además, esconde varios secretos. Estos son los tres más destacados, ¡planea una visita para descubrir el resto!
Está presente en una luciérnaga, en la estrella más lejana y en un rayo que alumbra el cielo en noches de tormenta. La luz se encuentra en todos los rincones de la naturaleza, y también tuvo que ver con el Origen. Las luces de Naturaleza Encendida muestran a pequeños y mayores esa esencia lumínica escondida en nuestra vida; reinos desconocidos y fascinantes que han permanecido ocultos y que esta experiencia descubre en un paseo único.
Pasear por Naturaleza Encendida es encontrar un sinfín de espacios que os dejarán con la boca abierta. Este año, la experiencia se divide en dos partes: por un lado, su zona exterior de jardines, que muestra distintas especies de setas, microorganismos de distintas formas y tamaños que están representadas en nueve especies, con siluetas variadas, además de una estructura que hace alusión al micelio y las esporas, que conectan todas las estructuras principales y que, por lo general, están ocultas al ojo humano.
Por otro lado se descubre la zona interior dentro del Pabellón de Villanueva, ubicado en pleno corazón del Jardín Botánico. En él aguarda una exposición de fotografías científicas realizadas por Carlos Mier en las que se recoge la belleza mágica de los mixomicetes, los microorganismos presentes en el origen de la vida y desconocidos para muchos.
¿Sabíais que en Naturaleza Encendida hay más de un millón y medio de luces LED de colores en un recorrido de aproximadamente 1,5 kilómetros? Esta edición despliega 20 instalaciones, entre interior y exterior -frente a las 16 del año pasado-, creando un espacio inolvidable tanto para los que ya os acercásteis otros años como para todos los que os asoméis por primera vez a descubrir todo lo que la luz esconde. ¡Planazo asegurado!