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Todos buscamos el encanto de los pueblos costeros cuando reservamos nuestras escapadas, más aún después del verano, cuando echamos en falta esos atardeceres junto al mar. Esa tranquilidad que nos da tener agua cerca, pasear por sus calles, comer en sus restaurantes bajo amplias sombrillas... pues bien, ya no hace falta ni siquiera salir de la comunidad para encontrar una encantadora villa marinera donde disfrutar de la naturaleza y también de un entorno espectacular. Se trata de Cervera de Buitrago, un idílico pueblecito a orillas del embalse de El Atazar, en plena sierra norte de la región y con apenas 162 habitantes.
Situado a apenas una hora en coche de la ciudad y cerca de la archiconocida localidad de Patones, es la escapada perfecta para cualquier fin de semana, también con la llegada del otoño y sus increíbles colores anaranjados. Podéis empezar el día paseando por sus callejuelas y descubriendo parte de su patrimonio histórico-cultural, como su iglesia de Santa María de los Remedios, el Lavadero o las viviendas tradicionales serranas.
Pero si lo vuestro es el senderismo, alrededor de la localidad hay varias rutas (Tinaos el Pizarro, La Dehesa del Soto, Los Prados, etc.) que os llevarán a descubrir el magnífico entorno natural que rodea a Cervera de Buitrago. Además, algunas de ellas acaban en miradores desde donde disfrutar de unas vistas espectaculares del embalse, con sus veleros y sus atardeceres de película.
Como no podía ser de otra manera, las actividades naúticas también están muy presentes, desde dar un paseo en kayak hasta probar vuestra destreza con la vela ligera. Aunque también podéis apuntaros a rutas en quad o visitas guiadas por el pueblo y los alrededores, entre otras propuestas. Un par de restaurantes con vistas al embalse y unas casas rurales de ensueño donde alojarse completan la experiencia. Si vais, seguro que disfrutaréis de un fin de semana increíble.