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Los propietarios de Bosco, toda una leyenda a la hora de conseguir instrumentos musicales en Madrid, le han dado un giro a su negocio. La tienda, aunque haya reducido sus metros cuadrados, continúa abierta pero es el restaurante la nueva estrella de esta casa con décadas de trayectoria muy cerca de Nuevos Ministerios.
En sus paredes no cabe una guitarra más (de todas las épocas y estilos) y los techos están cubierto de platos de batería. Obviamente la decoración venía de serie. Y que hubiera música en directo para animar las noches era lo más lógico en este comedor oculto en Chamberí (Fernández de la Hoz, 78).
Y en la mesa una carta internacional y para todos los gustos con una veintena de platos y media docena de postres (no falta la tarta de queso ni la torrija ni una sorpresa llamada viaje a Petra). Podéis entregaros a un ya muy repetido ceviche de corvina o probar su ravioli de burrata con setas de temporada, su bao de pastrami con chimichurri o el pulpo con sobrasada ibérica.
