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Tres paraísos escondidos en España (que seguro no conoces) para viajar en el puente de diciembre

Lugares remotos de Galicia, Teruel y Extremadura que, a pesar de su riqueza, todavía son casi un misterio para los viajeros

Noelia Santos
Escrito por
Noelia Santos
Editora, Time Out Madrid
Uno de los destinos secretos más bonitos para viajar en el puente de diciembre
Shutterstock
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En territorio de la España vaciada, detrás de cada pueblo bonito suele haber una comarca desconocida esperando ser descubierta. Y hemos elegido tres para viajar ahora que llega uno de los grandes puentes del año, el de diciembre. Algo así como una escapada atípica que nos lleva hasta el interior de la península rumbo a tres rincones escondidos en los límites de diferentes provincias. Es el encanto de las regiones fronterizas y los cruces de camino. Y el invierno, un gran momento para descubrirlos.  

Uno de los pueblos más bonitos para viajar en el puente de diciembre
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Galicia, el gran paraíso del agua

Ponemos rumbo al noroeste de España, hacia un lugar con vistas al Atlántico conocido como la pequeña Galicia, una zona de contrastes paisajísticos, con mar y montaña separados por una minúscula distancia de solo diez minutos. Y si por algo es famosa esta región (además de por ser la cuna de Zara y de Inditex), ubicada en Pontevedra, es por ser tierra de Alvariño y el productor de mejillones más grande de Europa: el 80% del mejillón que se consume en toda Europa procede de un único lugar, Vilanova de Arousa. Este es uno de los nueve pueblos que forman la mancomunidad de O Salnés (junto a Cambados, A Illa de Arousa, O Grove, Meaño, Meis, Ribadumia, Sanxenxo y Vilagarcía de Arousa). Presume de ser, además de paisajes y rica gastronomía (con dos estrellas Michelin en su pequeño territorio), un rincón privilegiado de las Rías Baixas consolidado al turismo. De hecho, es uno de los destinos favoritos de los madrileños cuando llegan las vacaciones, pero lo interesante de esta región es que puede ser mucho más que un amor de verano, como dice su última campaña turística. De ahí que fechas como el puente de diciembre sean de lo más apropiadas para subir y descubrir toda su esencia "sin masificaciones" y más que probablemente, pasadas por agua, como aseguran desde la mancomunidad. Pero, ¿que sería de Galicia sin agua? Solo la región de las Rías Baixas está formada de un 70% agua (y no hablamos solo de playas o lluvia, sino de cascadas, aguas termales y embalses navegables). 

Uno de los destinos secretos más bonitos para viajar en el puente de diciembre
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Teruel, donde se esconde la Toscana española

En un lugar perdido entre el mar y la montaña, escondido entre puertos de casi 1.500 metros de altura y rodeado de piscinas naturales de aguas azul turquesa, asoma un destino tan idílico como desconocido situado en un rinconcito entre Teruel, Castellón y Tarragona. Y aunque las calles de sus preciosos pueblos siguen manteniendo cierto carácter bohemio (y muchas fachadas históricas), sus alrededores son hoy refugio de proyectos hoteleros rurales únicos y boutique (se la conoce como la Toscana española), pero también de arquitectura de vanguardia (más propia de los bosques de Copenhague o las islas de Suecia). Todo eso ocultan los límites de la comarca del Matarraña (o Matarranya), posiblemente el destino rural más bonito y sorprendente de España. De sus 18 pueblos, el más bonito es Valderrobres (capital de la comarca), aunque otros presumen de patrimonio y riqueza monumental, como Beceite (capital cultural y el lugar donde estuvieron las fábricas de papel que usó Goya para sus grabados). Matarraña, además, guarda un as en la manga para los viajeros que vayan hasta la comarca en invierno: es el mejor momento para disfrutar de la trufa negra, conocida como el oro negro de la región (Teruel es el primer productor mundial de este tesoro gastronómico), en forma de jornadas micológicas y menús degustación. 

Uno de los destinos secretos más bonitos para viajar en el puente de diciembre
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Badajoz, la última reserva natural de la Biosfera

A poco más de dos horas en coche desde Madrid se esconde una comarca cuyo nombre suena a ruso, y eso que ni sus temperaturas son tan extremas ni su extensión ocupa miles de kilómetros. Situada al noroeste de Badajoz (en el límite de las provincias de Cáceres, Toledo y Ciudad Real) no se parece mucho (o nada) a la región de Asia del Norte de la que tomó el nombre allá por el siglo XIX por unas supuestas similitudes: grandes extensiones de terreno, poblaciones aisladas y mucha necesidad. Sin embargo, era solo una teoría porque en la práctica uno comprueba que La Siberia extremeña es una región más bien cálida (no hablamos de temperaturas sino de hospitalidad), muy rica en naturaleza (es una de las últimas comarcas en recibir la declaración de Reserva de la Biosfera) y patrimonio cultural (incluidos yacimientos neolíticos, en Valdecaballeros). Entre sus secretos, la mayor costa de agua dulce de España (de sus más de mil kilómetros cuadrados, los embalses de García Sola o del Cíjara son dos buenos ejemplos) y un cielo tan limpio que es puro objeto de deseo para los cazadores de estrellas (el centro de interpretación está en Helechosa de los Montes). Aunque para caprichos, los gastronómicos: esta es tierra de vinos, de quesos de oveja, de miel (Fuenlabrada de los Montes esconde hasta un museo dedicado a este manjar de abejas) y un paraíso de níscalos en temporada (Castilblanco organiza sus jornadas micológicas justo para el puente de diciembre). Imprescindible. 

NO TE LO PIERDAS: ¿Más lejos? Nuestra otra selección de escapadas para el puente de diciembre

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