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Como ya adelantamos hace unas semanas, sí habrá uvas en la puerta del Sol. Pero solo los más rápidos podrán despedir el año desde allí a golpe de campanada en directo, porque el Ayuntamiento ha reducido a solo 7.000 asistentes el aforo permitido (60% de lo permitido en 2019). Una cifra con la que creen que podrá mantenerse la distancia de seguridad ante el alza imparable de contagios por coronavirus de las últimas semanas.
Así será tanto durante la noche de Nochevieja como durante la ya tradicional celebración de preuvas (los ensayos de las campanadas durante el día 30, víspera de Nochevieja). Y el uso de la mascarilla será obligatorio, tal y como establece el decreto del uso de mascarilla en exteriores recientemente aprobado.
Si no queréis quedaros sin sitio, tendréis que cenar prontito porque se va a desplegar un dispositivo especial para esa noche: cuatro filtros en diferentes accesos a la plaza, dos de ellos controlados por Policía Nacional y otros dos por Policía Municipal. Y no serán los únicos, porque se ha establecido un cordón con otros prefiltros en zonas aledañas para evitar masificaciones en cualquier punto de acceso. Se informará con carteles cuando el aforo esté completo. Y a las 21 horas, como todos los años, se cerrarán los accesos de la estación de Metro de Sol y Cercanías.