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La torrija, ese irresistible icono de nuestro recetario... Humilde y sencillo pero, casi como la tortilla de patata, no hay dos iguales. Pan, leche, huevo, aceite, azúcar y canela. La Cuaresma las trae de vuelta hasta que llega Semana Santa y las vemos en las vitrinas y escaparates de todas las pastelerías y panaderías de la ciudad.
El sello Juliettas, además de las de toda la vida (solo el año pasado de su obrador salieron alrededor de 13.000 unidades), ha decidido innovar y elaborará una edición limitada que no queremos perdernos aunque solo sea por lo que tiene de curiosidad. "Lo que caracteriza la torrija clásica de Juliettas es que es especialmente melosa. Se deshace en la boca, es una torrija que se te desarma literalmente. Está siempre llena de leche y evitamos que sea aceitosa cambiando el aceite usado", comenta Daniel González, jefe del obrador central, ubicado en Velilla de San Antonio.
Con esto presente, este año, desde finales de febrero y hasta finales de Semana Santa, por sus tiendas se repartirán hasta fin de existencias, junto con las tradicionales de la casa y la de crema tostada, las torrijas de té matcha (4,50€) y las de espirulina azul (5,70€). Habrá 1000 unidades de cada uno de los dos sabores. Si vas a probarlas, ya nos dirás con cuál te quedas.
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