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Aún no han doblado las campanas por este icono de la ciudad, otra centenaria enseña al que le tiemblan los pilares en la pandemia, con el centro de la capital en estado casi fantasmal. Memoria viva de afamado cocido madrileño (y riñones al jerez) en plena Carrera de los Jerónimos, a un paso de la Puerta del Sol. Si sus paredes hablaran más allá de todas las leyendas urbanas creadas bajo su techo... Mitad restaurante con distintos salones (isabelino, japonés...), mitad colmado, donde tomarse una alegre media combinación o un reconfortante caldo. Ambos cápsula del tiempo, de otro tiempo.
El mítico Lhardy, abierto en 1839, aún no ha descolgado sus espejos ni cerrado sus puertas pero ante la complicada situación generada por la crisis sanitaria y económica acaba de presentar un preconcurso de acreedores. Su futuro, sin duda, está en riesgo. Y el de nuestro patrimonio histórico también.
Los mejores planes de ocio y cultura de Madrid en el nuevo número de la revista