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Desde aquí han saciado el apetito de varios reyes y han cumplido con las exigencias de la corte durante muchos años. Las cocinas reales se pueden visitar estos días por solo 3 euros (hasta el 9 de mayo incluido). Y, por supuesto, para conocer mejor su historia y las filias de sus ilustres comensales, todas las visitas son guiadas. Y este no era un espacio menor. Al contrario. Ocupó una amplia zona en la primera planta de sótanos del edificio, con espacio suficiente para que los diferentes Oficios de la Real Casa relacionados con la alimentación pudieran desarrollar su trabajo con la mayor facilidad y comodidad posibles.
Debido a la reducción tarifaria promovida por Patrimonio Nacional ahora se puede recorrer y curiosear por esta joya real, incluso como entrada independiente del resto del complejo, por menos de lo que que vale una porción de cheesecake. Y esta cocina palatina, cuyo aspecto actual es el resultado de una serie de reformas acontecidas entre 1760 y 1931, no solo destaca por su tamaño y por su antigüedad sino también por el valor de las piezas que atesora; pocos palacios europeos han logrado conservar un espacio similar.
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