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Era previsible y necesario, pero no por ello deja de ser también triste. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido cancelar todas las fiestas y verbenas populares desde mayo y hasta el 31 de octubre. Esto quiere decir que este año no tomaremos sangría en la pradera de San Isidro, no escucharemos los conciertos en las Vistillas, no bailaremos en la verbena de la Paloma, no se celebrarán tampoco las fiestas de verano de los barrios ni nos mojaremos en la batalla naval de Vallecas.
La decisión, tomada este mismo jueves, está encaminada a evitar estas "concurrencias y aglomeraciones", que son un foco de contagio al reunir a tanta gente en un mismo lugar sin poder mantener la distancia mínima de seguridad, ha asegurado la vicealcaldesa Begoña Villacís. Sin embargo, no todo son malas noticias, el presupuesto que se iba a destinar a estos festejos se dedicará a ayudas sociales, especialmente a ayudas alimentarias. Aunque parte de ese presupuesto irá destinado eso sí a pagar indemnizaciones de contratos que ya estaban firmados para esas fiestas.