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Con las vacaciones de verano pisándonos los talones (más de uno está ya con la brisa en la cara y los pies cubiertos de la arena), sobran los motivos para descubrir cuáles son las mejores playas para pasar unos días al sol. El dardo de European Best Destination (la organización que promueve los viajes y la cultura en el marco de la Unión Europea) ha dado en la diana de las playas más hermosas de toda Europa. Y de las 15 del ranking, tres están en España. Lo curioso es que ninguna de ellas es una playa habitual, de esas que siempre salen en las listas de las más bonitas, ni siquiera en las de las playas secretas. Porque no están escondidas, simplemente se trata de arenales muy alejados de las playas más famosas, esas de las que todo el mundo habla cuando llega el verano.
En esta ocasión, ha sido su singularidad las que les ha permitido colarse en esta lista de playas más bonitas de Europa liderada por Ghajn tuffieha Bay Beach, una playa rodeada de acantilados en Mellieha, en la costa norte de Malta, la pequeña (solo en tamaño) isla del Mediterráneo en la que siempre es verano. Tenerife es la primera de las playas españolas que se cuela en la lista (en el puesto seis), y lo hace con Las Teresitas, en Santa Cruz de Tenerife. Se trata de una playa de arena dorada y no negra (como sucede en gran parte de las islas Canarias), porque su origen no es volcánico, sino desértico, concretamente del Sáhara, desde donde procede su arena.
La siguiente del ránking es una playa de Galicia, excepcional y majestuosa, rodeada de un paisaje rocoso, repleto de acantilados, que por momentos recuerdan muchísimo a la costa del Algarve, uno de los lugares más bonitos de Portugal. Pero nada que ver: se trata de la playa de Aguas Santas, más conocida como Las Catedrales (As Catedrais), en la costa de Ribadero (provincia de Lugo), y bañada por el már Cantábrico. La metáfora con las construcciones medievales de esta playa (en el puesto nueve) es más que evidente.
Completa el top ten de las playas más bonitas de Europa un arenal de Alicante. Una playa urbana, a la sombra de un peñón y de grandes edificios levantados en primera línea de mar. Su parecido razonable nos lleva directos a la Riviera Francesa, en la siempre apetecible y glamourosa Costa Azul. Pero no, estamos en Calpe, en su playa más conocida. Parte de la fama se la lleva el peñón Ifach, cuya silueta hace de este lugar uno de los más bonitos de la Costa Blanca.