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Los aficionados a la carne tienen un nuevo templo al que asomarse en Madrid. Y esta vez no es ni argentino ni vasco. Cortes de primer nivel traídos directamente del otro lado del Atlántico -de un tomahawk a un t-bone o un porterhouse-, pero también una pieza de wagyu japonés (lomo alto Kagoshima A5) o un chuletón gallego. Un escaparate para carnívoros de altos vuelos (y una cava de vinos al mismo nivel con grandes referencias internacionales y leyendas nacionales). El ají limo con el que saltean las patatas de guarnición da pistas del origen de este nuevo restaurante venido de lejos. Hablamos, sí, de todo un referente limeño que ahora desembarca en el pleno centro de la ciudad.
Vecinos de casas infalibles como el japonés Umiko o el neotradicional Casa Mortero, los responsables al frente de La Cuadra de Salvador (uno de los steakhouse más prestigiosos de Perú con cuatro locales en cartera después de una década de trayectoria) acaban de abrir en el número 10 de la calle Los Madrazo las puertas de un local con dos plantas, cocina vista acristalada y un amplio espacio privado pensado para eventos especiales (cuenta con barra propia). "Es un homenaje a las raíces, la familia y a la gran comunidad de peruanos que se encuentran en esta ciudad", ha apuntado Pedro Pablo Pazos, CEO de este afamado sello familiar.
Con ellos se vienen algunos clásicos de la casa madre como sus mollejas, sus torreznos o sus nigiris (sí, nigiris) igual que otros tantos platos tradicionales en su mejor versión como los anticuchos, el lomo saltado o el ossobuco al maíz morado. Abren de martes a domingo con un ticket medio que ronda los 70 euros. Ah, y de postre, para libraros de la omnipresente tarta de queso, que la tienen, podéis quedaros en otras propuestas dulces como los platanitos amelcochados, los picarones o el milhojas de lúcuma.