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Compartir Netflix con la familia o los amigos es una práctica tan extendida en España como la propia plataforma de streaming. Sin embargo, el fenómeno podría tener los días contados: la compañía ha recordado que solo pueden usar una misma cuenta las personas que viven en el mismo hogar. En caso de detectar que no se cumple este requisito, el próximo año empezará a cobrar al usuario un importe adicional.
Lo cierto es que esta disposición ya se avisa desde la propia página de Netflix. En su apartado de ayuda, deja claro que las personas que no vivan en en el mismo hogar "tendrán que usar su propia cuenta para ver Netflix".
La plataforma cuenta con herramientas para detectar si se está incumpliendo dicha norma: a través de la dirección IP, los identificadores de los dispositivos y la propia actividad de la cuenta, Netflix puede saber si se está usando la conexión a Internet del hogar del titular de la cuenta y, en consecuencia, cobrarle el citado extra.
Por el momento, esta nueva modalidad ya se ha probado con éxito en Chile, Costa Rica y Perú, aunque no será hasta 2023 que se extienda al resto de los países, incluido España. El extra no se cobrará de manera automática, sino que se invitará a los usuarios que utilicen una misma cuenta a abrirse una propia.
Actualmente, Netflix cuenta con tres planes de suscripción: Básico (7,99 euros), Estándar (12,99 euros) y Premium (17,99 euros), que admiten el uso de la cuenta en uno, dos y cuatro dispositivos de forma simultánea, respectivamente, además de mejorar de forma progresiva la calidad de la imagen. El próximo 10 de noviembre la oferta se ampliará con el plan Básico con anuncios, que costará 5,49 euros al mes a cambio de mostrar una media de cuatro o cinco minutos de anuncios por hora, tal y como ya te contamos en Time Out.