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Abadía Retuerta, Arzuaga y Pago de Carraovejas. ¡Quién no conoce estas tres bodegas de Ribera del Duero! Quién no ha bebido alguno de sus vinos o visto las etiquetas en un escaparate o en los lineales de toda gran superficie. Con estos prestigiosos mimbres las tres casas se han unido bajo el sello N-122. Valle del Duero, un proyecto que reivindica el territorio más allá del vino, su patrimonio cultural y paisajístico.
En esta iniciativa conjunta, presentada hace unas semanas, cobran especial protagonismo sus restaurantes: Refectorio, Taller Arzuaga y Ambivium. Todos lucen una estrella Michelin (además de la estrella Verde de Refectorio) y apuestan por el producto local (a veces de sus huertos propios) para vestir sus platos. Alta cocina para un turismo experiencial de primer nivel en una de las zonas más conocidas del mundo a nivel enológico. Vanguardia en la mesa y un escaparate vinícola inabarcable para llenar la copa.
Una de las novedades para este primera temporada estival serán 'Las noches de verano en Calicata Terroir Bar', el restaurante-terraza situado en el exterior de la bodega Abadía Retuerta, rodeado de viñedos. Las noches de los jueves ofrecerán música en directo e inaugurarán el verano con un concierto privado de Efecto Mariposa; será un evento para apenas un centenar de personas (25 mesas únicamente) donde se podrán disfrutar de una cena en Calicata con un menú diseñado por Marc Segarra.
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