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Las obras que tienen lugar en la Puerta del Sol han hecho aflorar una serie de restos arqueológicos que obligó al Ayuntamiento a detener los trabajos. Ahora, una vez cartografiados y estudiados esos restos, y tal y como marca el protocolo, se ha tomado una decisión tajante sobre qué hacer con ellos: volverlos a enterrar.
Así lo ha determinado la Dirección General de Patrimonio de la Madrid, en quien recaía la responsabilidad de decidir qué hacer con los vestigios hallados bajo el suelo de la plaza. Al parecer, lo que se ha encontrado bajo tierra tiene un valor "relativo", según el informe emitido por Patrimonio.
En concreto, los restos fueron hallados en la zona norte de la plaza, junto a las calles de Preciados y del Carmen, y corresponden a la cimentación de edificios que podrían haberse levantado a lo largo del siglo XVIII y haber sido demolidos durante la reforma de la plaza del siglo XIX. Además, con las obras de la plaza también ha salido a la luz una estancia de Metro de Madrid de los años 20.