[title]
La gastronomía madrileña se ha levantado hoy con la triste noticia del fallecimiento de Alfredo Rodríguez, dueño de El Brillante, que comunicó a través de sus redes sociales la Academia Madrileña de Gastronomía, que define al empresario como “una de las personas que más han contribuido a la fama de uno de los bocados más populares en Madrid”.
Alfredo Rodríguez estaba al frente del negocio familiar, fundado por su padre, Alfredo Rodríguez Villa en 1951, y considerado el bar más famoso de Madrid para comer un bocata de calamares. A lo largo de su trayectoria el hijo del fundador ha sabido mantener la memoria y los principios de El Brillante, y a pesar de la fama de las franquicias que rodean la plaza de Atocha y el boom turístico del centro de la ciudad frente a otras zonas de Madrid, esta cervecería sigue siendo un lugar de imprescindible visita para degustar uno de los platos más típicos de la gastronomía madrileña.
Pero además del famoso bocata de calamares, se han mantenido también las buenas costumbres, y entre cañas y pinchos de tortilla nunca han faltado zarajos, callos, torreznos, croquetas, o los tradicionales churros y porras con chocolate artesano.
Durante las últimas décadas Alfredo Rodríguez ha dado trabajo a centenares de personas y justo a principios de agosto saltaba a los medios la política de contratación de personal del local, poco frecuente en plena crisis por la pandemia, y es que sólo buscaban contratar mayores de 50 años.
Tanto el local como su dueño han sido testigos de la historia de la ciudad, del paso de tantos personajes por sus mesas y su barra y de cientos de anécdotas y vivencias… y también han sido ejemplo de saber hacer, de experiencia. Un trocito de Madrid que se pierde con esta triste noticia.
Los mejores planes de ocio y cultura de Madrid en el nuevo número de la revista