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Ya tocaba. Pero mientras ultima la reforma de su restaurantito en Chueca, ese de los noodles infinitos que fue un flechazo a primera vista y cuya estela de éxito no se ha apagado (sino todo lo contrario) desde su apertura hace unos años, Óscar acaba de levantar la persiana de su segundo local. Y la carta es totalmente distinta a la de Pelayo, 8.
Hay una amplia barra de madera perfecta para quienes quieran ir a comer solos algo rápido y un puñado de mesas para compartir y alargar la experiencia (con los platos nuevos que vengan). Ahora podremos ver cada detalle del proceso de elaboración, del amasado al emplatado final, en primera línea. Solo van a cerrar los lunes y los domingos abren únicamente al mediodía. El resto de días... podéis ir tanto a comer como a cenar.
El joven empresario y cocinero de origen chino (de la región de Xi'an) buscaba un nuevo espacio para Biáng Biáng y al final lo ha encontrado en el mercado más gastronómico de la ciudad. Un acierto con el concepto culinario que trabaja y que aquí será más dinámico. Así que ya tenéis otra parada imprescindible para asomaros al siempre animado mercado de Vallermoso, hogar de Tripea y Kitchen 154, entre otras mesas infalibles en esta plaza de abastos de Chamberí.
Nuevas versiones de los tallarines gigantes que arrasan en Madrid
Eso sí. A diferencia de lo que ocurría en el comedor de Chueca, aquí (con un aforo alrededor de los 20 comensales) no admiten reservas. Sientan a la gente según van llegando pero la rotación es constante. La carta se sostiene sobre unos deliciosos boles de noodles con distintos acompañamientos y toppings (habrán tres versiones diferentes: con mapo tofu, a las 8 delicias y con ternera guisada) y no es un plan para tener una sobremesa. Seguro que ya conocéis sus tallarines biáng biáng pero si aún no los habéis probado, esta nueva casa brinda una oportunidad más inmersiva a la hora de sentarse a comer.
Por supuesto, aquí se viene a disfrutar de esos boles (tienen alguna opción vegana y baja en gluten) pero otro de los platos curiosos (en la sección de entrantes para ir preparando el paladar) son sus patatas fritas estilo Langya. originarias de la región de Shanxi. Son conocidas como dientes de lobo y vienen con varias especias, cilantro y su dosis de picante.
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