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Croquetas, cócteles y alcoholes macerados de forma casera. Eso es lo que Eduardo Gambero y Javier del Moral querían instalar, antes o después, en Chamberí. Y ya es una realidad. Arrancaron a un paso de la Puerta del Sol (Echegaray), se fueron con la propuesta a triunfar en la zona de Cuatro Caminos (Reina Victoria) y ahora llegan a una de las calles más nobles de un barrio muy gastronómico (y con muchas oficinas) para darle un tinte más desenfadado y festivo. Porque sus croquetas son una fiesta.
Creaciones que recorren de norte a sur, de este a oeste nuestro país (de hecho también se pueden pedir refrigeradas desde cualquier punto de la península y te llegan entre 24 y 48 horas). Hay una de rabo de toro y otra de cachopo. Una de bacalao ajoarriero y otra de sobrasada con queso de Mahón. Suman ya alrededor de 30 sabores distintos. Y no solo eso. Trabajan para que también puedan probar sus piezas cada vez más gente. Hay opciones sin lactosa, opciones veganas... Y desde ya un tercer local en Madrid (Zurbano, 34) para comerlas o llevártelas a casa. Ah, incluso tienes postre en formato rebozado: brownie, Oreo, crema catalana...