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Escondida tras el ventanal de una peluquería clásica del barrio de Chamberí, hemos descubierto una tienda efímera de Navidad única, y que por la calidad y rareza de sus piezas, ya se ha convertido en una de las más singulares de Madrid. Los champús y otros productos capilares han cedido su sitio a preciosos y delicados adornos de Navidad de porcelana clásica, con el sello de una de las firmas de artesanía y diseño alemán más prestigiosas y reconocidas en el mundo de las vajillas desde el siglo XVIII, Villeroy & Boch.
Se trata de piezas de su tradicional colección de Navidad (en su mayoría descatalogadas) y adornos navideños que "solo pueden encontrarse en anticuarios, casas de subastas o tiendas de segunda mano". Porque esta selección de más de 70 piezas vintage, proceden de una colección privada formada por alrededor de 450 y 500, acumuladas a lo largo de los últimos años por una familia madrileña. Esta es la primera vez que su propietario, Carlos Garmendia, ha decidido sacar esas preciosidades del domicilio familiar, porque tienen "demasiadas" y porque ha llegado el momento de que "hagan felices a otra gente, igual que nos han hecho a nosotros". Algunas de las piezas llevan más de 50 años en su familia, y "son dificilísimas de conseguir". Entre sus rarezas, piezas traídas de Australia o Japón, entre otros rincones del mundo.
Por tiempo limitado, se pueden comprar en la peluquería BK (Hilarión Eslava, 58), negocio que comparte desde hace más de 40 años con su pareja, el estilista de origen brasileño Almir Ginez, en el castizo barrio de Chamberí. Y aunque el precio de los adornos es elevado, los aficionados a las vajillas de calidad y la artesanía de porcelana saben que estas piezas lo valen. En el caso de este mercadillo de antigüedades improvisado, desde 70 euros a más de 600, que es lo que vale el delicado árbol de Navidad en formato calendario de adviento del escaparate. Esta venta efímera permanecerá abierta durante el periodo navideño, o "hasta fin de existencias", apunta Garmendia. Y la propuesta está gustando, tanto que varias de las piezas han sido reservadas ya por un anticuario de la ciudad.