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Bajo el subtítulo de Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931), se presenta 'Invitadas' la propuesta temporal, aparte de la exitosa Reencuentro, con que este otoño el Museo del Prado nos atrae hacia sus salas. Una exposición en la que han trabajado todas las secciones de la pinacoteca durante más de dos años.
Realizada primordialmente con fondos del propio museo, la muestra aborda el papel de la mujer en el sistema español de arte en el siglo XIX y los primeros años del siglo XX y revisita el camino, a veces épico, que algunas mujeres debieron recorrer hasta librarse de las ataduras impuestas a su género. Se puede ver a partir de mañana en las salas A y B del edificio de los Jerónimos, la ampliación que realizó hace varios años el arquitecto Rafael Moneo.
No son solo obras de mujeres. Hay pintoras pero también pintores en esta reivindicación museística. A través de un recorrido estructurado en dos grandes ámbitos, permite, en primera instancia, reconocer la imagen de la mujer que el Estado legitimó mediante premios, exposiciones y museos, así como el lugar que ocupaba en la sociedad. Y a continuación, y gracias a la exhibición de algunas de las obras de artes plásticas más importantes producidas por mujeres en la centuria antepasada en España –ordenadas en ámbitos que analizan las distintas dedicaciones que estas desempeñaron–, ofrece un mapa básico sobre el papel subsidiario que el sistema concedió a las mujeres.
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