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Hay veces en las que la línea que separa el arte urbano de la aberración urbanística es muy, pero que muy delgada. Y ahí reside la polémica, como la que rodea estos días al faro intervenido por Okuda en Cantabria o, más cerca, la que está salpicando la última intervención del colectivo madrileño Boa Mistura en el polideportivo de la Alhóndiga de Getafe, un edificio del arquitecto Miguel Fisac, icono y maestro de la arquitectura del siglo XX. Fisac fue, de hecho, el homenajeado en la pasada edición de Open House Madrid.
Dentro del marco del festival de arte urbano CI Urban Fest, organizado por Cultura Inquieta, sus austeras y grises fachadas de hormigón texturizado han sido cubiertas por un mural de mil colores que lleva por título 'Empatía'. Un trabajo realizado bajo encargo por Boa Mistura, que lleva más de 20 años interviniendo espacios públicos a lo largo de todo el mundo, y que ha desatado las críticas no solo de vecinos y redes sociales, sino de la Fundación Fisac, que ha mostrado su total disconformidad con el resultado por considerarla una actuación negativa, que cambia radicalmente el aspecto del edificio.
Tal es el escándalo, que el colectivo estaría dispuesto a revertir el mural si así fuera necesario, tal y como publica Boa Mistura en un comunicado: "Tenemos un respeto máximo por la figura del maestro Fisac, autor junto a Fernando Sánchez - Mora, Sara González Carcedo, Blanca Aleixandre y Leonardo Oro, de esta maravillosa pieza arquitectónica. Como les hemos transmitido, en ningún momento hemos pretendido atropellar su propiedad intelectual y lamentamos si se ha podido interpretar así, y nos ofrecemos a colaborar con ellos en la decisión que se tome al respecto de la obra". Esa decisión podría ser dejar la fachada en su estado original. "Nuestro mural, como toda pintura en el exterior, es efímero y reversible. Y nosotros, no solo aceptamos esta condición sino que la defendemos".
Está por ver si se toma algún tipo de decisión al respecto de esta intervención que, como las otras cien obras murales realizadas en esta edición del festival en diferentes partes de la ciudad, ha sido realizada bajo contrato, supervisión y siguiendo unas pautas comisariadas por Cultura Inquieta.
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