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Aunque de libre acceso desde 2016, el espacio de la Quinta de Torre Arias abierto al público se circunscribe a la zona ajardinada dado el estado de sus edificaciones. Pero esta situación cambiará en los próximos meses para los alrededor de sus 7000 metros cuadrados. Las obras avanzan para abrir nuevos metros cuadrados dedicados al recreo de los vecinos. Cuando la reforma de los elementos arquitectónicos termine, estos se destinarán a servicios públicos para el barrio. Así lo ha contado Lucía Martín para Madridiario.
Igualmente, mientras se deciden los futuros usos de esta finca del siglo XVI, la Junta de Distrito de San Blas-Canillejas ha puesto en marcha los trámites para su declaración como Bien de Interés Cultural. La recién formada Plataforma Quinta de Torre Arias quiere mantener "la herencia cultural" de este emblema capitalino, en manos privadas hasta 2013. Así pretende dar prioridad a actividades vinculadas con su pasado agropecuario y con otras relacionadas con "la nueva economía de transición ecológica".
Entre los objetivos que ha propuesto la asociación están la creación de una granja urbana (como ya ocurre en Londres, Bruselas o Ámsterdam), la rehabilitación de las viñas y la formalización de un eje verde para conectar las tres quintas históricas de Madrid: Torre Arias, Los Molinos y el Capricho.
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