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Tras conseguir poner en el mapa capitalino varios restaurantes, Carlos Moreno Fontaneda arranca el curso endulzando al personal. Acaba de abrir una pastelería (casi) monográfica dedicada a la icónica galleta María en el barrio de Salamanca (Castelló, 12). El nombre no podía ser otro, viene de serie: El Perro y la Galleta Bakery.
Además de contar con muchas otras opciones de repostería, sus vitrinas y estanterías se llenan del sabor auténtico de la galleta, creada en 1874, y todo el espacio tiene ese aroma tan característico, tan pegado a la infancia pero llega transformado en distintos formatos. La estrella de la casa es, como en sus locales de restauración, la tarta de mamá pero aquí se multiplica. Tiene la versión original de chocolate con leche, pero también hay otras como la de chocolate blanco, chocolate negro, praliné y cacao.
Por primera vez, estas tartas de mamá se venderán en porciones individuales, en versión take away. Y siempre las tendréis recién hechas bajo pedido en distintos tamaños: enteras medianas (entre 6 y 8 raciones) y grandes (entre 10 y 12 raciones). ¿Alguna celebración a la vista? ¿Domingo en familia?