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Podéis pedir solo un par de porciones pero os quedaréis con ganas de más. A partir de ahora la tan cremosa como adictiva tarta de queso de Fismuler te la puedes comer en casa (pidiéndola con 24h. de antelación a través de esta web). Ya tienes postre para la siguiente quedada familiar; no lo dudes, será un éxito. No podríamos tener una noticia más dulce para entrar en la nueva normalidad. Y todo gracias a la colaboración entre el restaurante y la casi centenaria Pastelería Mallorca.
Los segundos, devotos de la receta original, que parte de mezclar tres tipos de queso -fresco, ahumado y azul-, aceptaron la invitación de Nino Redruello y Patxi Zumárraga para colarse en las cocinas de Fismuler y aprender el proceso de elaboración de primera mano. Tal y como ha confesado Carlos Arévalo, Director de Tiendas de la marca, "es emocionante ver como esta iniciativa se convierte en una realidad por todo lo que conlleva. Para nosotros esta tarta es el resultado de una historia de evolución y tradición, de amistad y al mismo tiempo de adaptación a los gustos de nuestros clientes".
Como unir en matrimonio familias reales pero aquí con amor de por medio. Dos empresas familiares, dos sellos que son sinónimo de calidad, pasión y trabajo se unen por la que para muchos es la tarta de queso definitiva. "Desde la apertura de Fismuler la tarta de queso ha sido uno de los principales deseos de nuestros comensales. Hemos podido ver como los clientes la observaban con anhelo desde la mesa, sus caras de pena cuando se servía la última porción y hasta hemos tenido que ampliar el número de tartas que se elaboraban diariamente en el restaurante para poder cubrir la demanda. Por eso, cuando Carlos nos propuso ir un paso más allá poniéndola a la venta en sus pastelerías no lo dudamos ni un segundo", apunta Redruello.