[title]
Palabras ininteligibles como Khachapuri, Gebjalia o Badrijani Nigvzit cobran sentido y sabor en el recién abierto bistró que nos acerca lo mejor de la desconocida gastronomía georgiana a Madrid. Una gustosa cocina donde los platos se mueven entre lo picante y lo especiado, a medio camino entre Oriente y Occidente. Así se presenta Nunuka, una extensión de la casa familiar de su creadora, Nino Kiltava.
Decorado con guiños tradicionales y objetos personales que esconden historias de gran valor sentimental, el restaurante pone los mimbres para resultar tan sencillo como acogedor, para que apetezca sentarse en cualquiera de sus rincones a compartir mesa. Y a la mesa va llegando una serie de suculentos y coloristas platos donde priman las verduras, la carne y, sobre todo, los panes.
David Narimanashvili se estrena con una carta que comprime algunos de los platos más icónicos de su país. Además de una bodega con vinos de Georgia, podréis probar el Khinkali, una masa cocida y rellena de diferentes combinaciones como la de carne picada y caldo, su Badrijani Nigvzit, la tradicional berenjena rellena de pasta de nueces y especias en salsa ligera de almendra, el Chaqapuli, una tradicional receta de cordero en salsa de estragón y ciruela o su Gebjalia, su queso relleno de tricota y adjika verde (salsa picante georgiana de hierbas) con salsa de yogur.
NO TE LO PIERDAS: Los restaurantes más bonitos de Madrid
Descarga aquí nuestra revista de otoño